En un discurso cargado de críticas hacia el gobierno de Javier Milei, Cristina Fernández de Kirchner cerró el Encuentro Nacional de Salud en la Facultad de Psicología de Rosario con un llamado a «reconstruir» y «repensar» el rol del Estado en la vida de los argentinos. La vicepresidenta repasó los logros de los gobiernos kirchneristas en materia de salud pública y advirtió sobre las consecuencias de las políticas actuales, haciendo énfasis en la desregulación y los desafíos en torno a la salud mental.
«La salud es un hecho político y social»
Durante su intervención, Fernández de Kirchner subrayó que la salud no puede considerarse exclusivamente un ámbito científico, sino que debe entenderse como un fenómeno político y social. “Estos malos gobiernos llegan y convencen a la gente de que tienen que destruir el Estado, y no se dan cuenta de que les están destruyendo la vida”, afirmó en referencia a las reformas impulsadas por el actual presidente.
La exmandataria también apuntó directamente contra Milei con una ironía contundente: “Milei, ya que sos tan guapo, desregulá los medicamentos”. En sus palabras, cuestionó la falta de acceso equitativo a tratamientos y alertó sobre el impacto que las políticas de mercado pueden tener en la población más vulnerable.
Salud mental, un problema urgente
Cristina dedicó un tramo de su discurso a reflexionar sobre la salud mental en Argentina, un tema que calificó como «un problema que parece no tener cura» en el contexto actual. Sin entrar en detalles específicos, sugirió que las políticas públicas deberían abordar esta problemática con mayor profundidad y sensibilidad, especialmente en momentos de crisis económica y social.
Repaso de logros y mirada al futuro
La expresidenta no dejó pasar la oportunidad de destacar las políticas sanitarias implementadas durante los gobiernos kirchneristas, como la creación del programa Remediar y la ampliación de infraestructura hospitalaria. Según Fernández de Kirchner, estas medidas demostraron que «un Estado fuerte y presente puede transformar la vida de las personas».
Finalmente, hizo un llamado a la militancia y a los dirigentes presentes para reconstruir un modelo de país basado en la solidaridad y la igualdad. «Es momento de repensar el Estado no solo como administrador, sino como garante de derechos fundamentales», concluyó.
Un mensaje político en clave de salud
El acto en Rosario no solo fue una crítica al modelo de Milei, sino también una reafirmación de las banderas históricas del kirchnerismo. En un contexto político y social complejo, Fernández de Kirchner buscó transmitir un mensaje que trasciende lo sanitario y apunta a un debate más amplio sobre el modelo de país y la importancia del Estado como herramienta para mejorar la calidad de vida de los argentinos.
