El exminsitro de Justicia y Seguridad porteño Marcelo D´ Alessandro aseguró este martes que «no había una situación de peligro que amerite una maniobra como la que se desarrolló», al referirse a la persecución y disparos realizados por policías de la Ciudad acusado del crimen de Lucas González, el adolescente asesinado en el barrio de Barracas en noviembre de 2021, cuando se trasladaba en auto con tres amigos.
Al declarar como testigo ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 porteño que juzgan a tres policías de la Ciudad por homicidio y a otros 11 por el encubrimiento del hecho, D’Alessandro manifestó que los efectivos «mostraron irregularidades graves ante un hecho gravísimo».
«Todas las pruebas fueron puestas a disposición de la justicia, solo hay que esperar el fallo», aseguró ante la prensa D’Alessandro, en el ingreso al edificio judicial situado en la calle Paraguay al 1.500.
El exministro precisó que en su momento puso a disposición del fiscal de instrucción Leonel Gómez Barbella y de la familia de Lucas y de los tres amigos que fueron atacados junto a él.
«Nos pusimos a disposición de la justicia con todos los elementos que tenemos desde Ministerio para transparentar el accionar policial. Desde el geoposicionamiento de los vehículos, al de los teléfonos celulares y las cámaras de seguridad», afirmó.
El exfuncionario añadió que desde la cartera que comandaba se labró un sumario administrativo para los tres agentes acusados, Gabriel Alejandro Issasi (41), Fabián Andrés López (48) y Juan José Nieva (37).
D’Alessandro ocupaba el cargo de ministro de Justicia y Seguridad de la ciudad el 17 de noviembre de 2021, cuando tres agentes de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad dispararon contra el auto en el que Lucas González iba con tres amigos, con los que acababa de salir de entrenar del Club Barracas Central.
Al día siguiente del hecho, el ahora exministro abrió un sumario administrativo y exoneró a los tres policías implicados, Gabriel Alejandro Issasi (41), Fabián Andrés López (48) y Juan José Nieva (37), al tiempo que se contactó con la familia de la víctima, con la que se reunió tras la muerte del adolescente.
Además de D’Alessandro, para la jornada de este martes se esperan las declaraciones de otros policías que estuvieron durante el procedimiento en el que fueron detenidos Julián Salas (19) y Joaquín Zuñiga (19), dos de los amigos que viajaban con Lucas a bordo de un Volkswagen Suran.
También darán su testimonio ante los jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero, testigos de concepto aportados por las defensas de los policías implicados.
En la última jornada del debate oral, el policía retirado de la Ciudad José Damián Tevez afirmó haber escuchado la modulación de la radio policial que se estaba frente a un «enfrentamiento armado» y también que se referían a «un coche azul» ocupado por sospechosos que «se están dando a la fuga».
Sin embargo, aclaró que las modulaciones eran confusas, poco claras y a los gritos.
Según relató, él se dirigió hasta donde habían atacado a balazos a Lucas y sus tres amigos junto con uno de los 14 imputados, el policía Daniel Rubén Espinosa (33), con quien trabajaba en la Comisaria Vecinal 4D de Barracas y actuó como su chofer.
Tevez contó que una vez allí, una médica del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) le solicitó a él y a Espinosa que ayudaran a mover el cuerpo de Lucas a la ambulancia, a bordo de la cual Espinosa viajó luego junto a la víctima hasta el Hospital Penna.
También dijo que en un primer momento, dos de los amigos de Lucas estaban boca abajo en la vereda y esposados, que después fueron trasladados a un patrullero, donde él habló aproximadamente una hora con ellos, oportunidad en la que le dio la sensación de que eran «chicos muy humildes y que les gustaba el fútbol».
El crimen de Lucas, quien era jugador de las divisiones inferiores de Barracas Central, ocurrió el 17 de noviembre del 2021 cuando él y sus amigos salieron de entrenar en dicho club y, mientras regresaban a sus casas en un Volkswagen Suran color azul, fueron interceptados por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de civil que les hicieron señas para que se detuvieran.
Como no llevaban vestimenta policial y el auto no tenía balizas, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, por lo que los efectivos les dispararon.
Uno de esos disparos impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.
De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes, maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que «plantaron» un arma en el auto de las víctimas y detuvieron a dos de los amigos de Lucas, mientras que el tercero escapó y se presentó más tarde con sus padres para contar lo que había sucedido.
Los policías Issasi, López y Nieva llegaron a juicio imputados como coautores del delito de «homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial».
Además, los tres enfrentan cargos por las «tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley», en el caso de los amigos de Lucas.
En tanto, otros 11 policías porteños son juzgados por el encubrimiento del crimen de Lucas y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos.
Se trata del comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4, Daniel Alberto Santana (50); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (51); el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48); el comisario Juan Horacio Romero (51); y el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4.
También llegaron a juicio el principal de la Comuna 4D, Héctor Claudio Cuevas (50); y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón (28), Jonathan Alexis Martínez (34), Ángel Darío Arévalos (34) y Daniel Rubén Espinosa (33).