El presidente Alberto Fernández anunció ayer la extensión del aislamiento social, preventivo y obligatorio a causa del coronavirus hasta el 26 de abril inclusive, con el mismo modelo que rige en el país desde el 20 de marzo para las grandes ciudades y una etapa «administrada» que permitirá a los gobernadores de provincias proponer aperturas en algunas actividades o regiones. «Estamos en el camino correcto», afirmó.
El Jefe de Estado declaró que la cuarentena debe continuar en vigor ya que se demostró que sirvió para aplanar la curva de contagios en medio de la pandemia y exigió un «acuerdo social» para el cumplimiento de la medida y que nadie se «relaje» ni sea «displicente».
En la nueva etapa habrá flexibilidad de las restricciones en ciudades y actividades muy específicas, por lo que será una parte «administrada» de la cuarentena. Esto se realizará siguiendo un protocolo, siempre y cuando la presencia del virus sea mínima o nula en esas zonas.
Alberto Fernández señaló que no se bajarán impuestos porque «si no nos quedamos sin un peso», aunque resaltó que el Estado «no va a dejar desamparado a nadie».
A su vez se añadieron algunas excepciones, como el funcionamiento de talleres, gomerías y actividades anexas para reparar vehículos que son utilizados por los sectores excluidos de la cuarentena, como patrulleros y ambulancias.
Asimismo, estará permitida la salida de personas discapacitadas y con autismo, por ejemplo, acompañadas y dentro de los límites cercanos a sus domicilios para tener una «dispersión» en medio del encierro. Por otro lado se analizará si quienes hacen ejercicio físico al aíre libre -como «running»- podrán practicar controlados por número de documento y en distancias cercanas a sus casas.
También confirmó que «las fronteras van a seguir absolutamente igual».
Al exhortar a cumplir la cuarentena, afirmó que «el virus no nos busca a nosotros, sino que nosotros buscamos al virus cuando caminamos por la calle o nos conectamos con alguien. Si nos quedamos en casa el riesgo de contraer el virus es absolutamente nulo».
La medida de extender la cuarentena por dos semanas más, al igual que en los casos anteriores, está contenida en un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que será publicado en las próximas horas en el Boletín Oficial.
Acompañado por Cafiero, De Pedro y Ginés González García (Salud), el Presidente hizo hincapié en la necesidad de que el aislamiento sea estricto para los adultos mayores de 65 años, pues tienen una posibilidad de mortalidad del «80 por ciento». Además instó al resto del país a no «relajarse» y a que se mantengan recluidos.
«Seguiremos en la cuarentena en los mismos términos que hasta ahora. Seguiremos igual en los grandes centros urbanos. Pero hablé con los gobernadores para ver como entramos en una cuarentena administrada para sea liberada en algunos lugares», indicó Fernández, quien comenzó su mensaje con un pésame a los familiares de quienes perdieron «a un ser querido» por el virus.
En la primera parte de la exposición exhibió gráficos en los cuales se vio la evolución de los casos en Argentina y estableció comparaciones con naciones como Brasil, Chile, España e Italia, ante las cuales, destacó, el país está en posición ventajosa.
Fernández aseguró que con el aislamiento social, preventivo y obligatorio Argentina logró «aplanar la curva de contagios» de coronavirus (Covid-19) y exhortó a continuar cumpliendo porque «seguramente lograremos que la curva de contagio sea más lenta».
«Este es un logro de la sociedad toda, es una medida que nos permitió ganar tiempo para construir mejores condiciones para atender a los enfermos», afirmó.
El mandatario propuso «un pacto» para flexibilizar el aislamiento y la gente pueda salir a realizar actividades, aunque aclaró que “en cuanto veamos que esto no se cumple, tenemos que volver para atrás y no quiero volver para atrás. Les pido a todos seamos responsables.
El Presidente anunció además que los bancos comenzarán a funcionar a partir del lunes con «un sistema de turnos» en el cual se deberá respetar el distanciamiento social en el caso de la atención al público.
También agradeció a los médicos y al personal de seguridad por «el esfuerzo que dieron para que vivamos esta etapa de la mejor forma posible», y en ese sentido, le pidió a la sociedad que no se relaje.
Fernández aseguró que de «un punto de PBI se puede volver, pero no de la pérdida de una vida», y subrayó que el problema «no es el gasto público, sino la salud de la gente».
«Estamos preocupados por garantizar alimentos y también por la situación que viven los sectores de la clase media, sobre todos los monotribustistas. Queremos que los bancos den los créditos que no están entregando», subrayó al contestar preguntas de periodistas.
Reafirmó además que «no hay ningún argumento real para que los precios aumenten» y dijo que «estamos destinando recursos y vamos a obtener buenos resultados» para atender la emergencia.
En cuanto a los testeos de casos positivos, indicó que «el mundo está en una situación compleja en el que los recursos son limitados», y reconoció que existen «problemas con los barbijos» y otros materiales sanitarios.
«Tenemos los problemas que tiene el mundo pero estamos destinando recursos y creemos que vamos a obtener buenos resultados. Agradezco a la industria textil el compromiso que tuvo», agregó.
Estimó como «posible» la implementación de un impuesto extraordinario a las grades fortunas, pero aclaró que cualquier reforma tributaria es facultad del Congreso Nacional.
«Todo es posible, igual ese tema es una tema que tiene que resolver el Congreso. Necesitamos obtener recursos porque la falta de actividad económica ha hecho caer la recaudación», remarcó.
Fernández aseguró que el regreso de los argentinos que están en el exterior también será «administrado», al recalcar que quienes retornen al país serán «aislados» y sometidos a todos los controles sanitarios.