El gobierno de Javier Milei ha decidido despedir a más de 200 trabajadores de Aguas y Saneamiento (AYSA), la empresa responsable de proporcionar servicios de agua y cloacas para la Ciudad de Buenos Aires y 26 partidos del conurbano bonaerense. Esta medida forma parte de un plan más amplio que busca despedir a más de 1000 empleados en los próximos meses.
Las autoridades gubernamentales justifican estas bajas argumentando que los trabajadores despedidos tenían una situación laboral irregular. Alegan que algunos ocupaban puestos directivos políticos, no cumplían con sus responsabilidades laborales o presentaban inasistencias injustificadas.
Según informó una fuente de la empresa a El Destape, algunos empleados recibieron telegramas de despido, mientras que otros se enteraron al llegar a sus lugares de trabajo. Esta decisión ha generado preocupación y malestar entre los trabajadores y sus familias, así como críticas por parte de diversos sectores de la sociedad.
