El Gobierno sigue maniobrando para desvincular al presidente Javier Milei del escándalo por la estafa con criptomonedas en la que quedó envuelto. En un intento por contener la crisis, el vocero presidencial, Manuel Adorni, evitó abrir la sala de conferencias, mientras que el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo, realizó dos visitas a la Casa Rosada en un mismo día.
Dentro del oficialismo buscan un responsable para aplacar la situación. «Vamos a tener que cortar una cabeza», deslizaron desde el entorno presidencial. En paralelo, se llevó a cabo un encuentro con representantes republicanos en Argentina, con la esperanza de un eventual regreso de Donald Trump al poder en Estados Unidos, al que ya ven como un posible salvavidas en medio de la tormenta.