Los restos del Sumo Pontífice descansarán en la Basílica de Santa María la Mayor, en un sencillo sepulcro que respeta su voluntad de humildad y apego a sus raíces.
Este sábado, el Papa Francisco será sepultado en Roma luego de tres días de un emotivo y multitudinario adiós, en el que más de 250.000 personas pasaron por su capilla ardiente en la Basílica de San Pedro para despedirse del primer pontífice latinoamericano.
Los restos del Papa descansarán en un nicho de la Basílica de Santa María la Mayor, un lugar elegido por el propio Francisco en vida. La tumba, confeccionada en mármol de Liguria —región de donde provienen sus antepasados—, llevará únicamente la inscripción «Franciscus» y una reproducción de su cruz pectoral, siguiendo su deseo de un descanso “en la tierra”, sencillo y sin ornamentaciones.
El funeral tendrá lugar este sábado 26 de abril, a las 10:00 hora de Roma (5:00 de la mañana en la Argentina), en la Plaza de San Pedro. La misa exequial será presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, conforme al protocolo del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, según informó la Oficina para las Celebraciones Litúrgicas.
El ataúd fue sellado el viernes en una ceremonia íntima y privada, a la que asistieron solo unos pocos, marcando el cierre de una despedida cargada de emoción y respeto hacia el Papa “llegado del fin del mundo”, como lo definió él mismo al asumir el pontificado en 2013.
