El clima previo a la final por el segundo ascenso entre Argentino de Quilmes y Los Andes se sigue calentando. En las últimas horas, el árbitro designado para dirigir el encuentro habría recibido amenazas hacia su familia, lo que habría derivado en una crisis de nervios y un supuesto ataque de pánico, poniendo en duda la realización del partido.
Ante esta situación, las autoridades confirmaron el cambio de árbitro: el encuentro será dirigido por Leandro Rey Hilfer, acompañado por una nueva terna arbitral. Además, el inicio del partido se retrasará 30 minutos.
Todo lo ocurrido en las últimas horas no hace más que reflejar un clima tenso y enrarecido, donde el fútbol pierde protagonismo y los hinchas terminan siendo las principales víctimas. Las miradas apuntan tanto a la dirigencia como a la propia AFA, a quienes muchos responsabilizan por no garantizar las condiciones necesarias para que el deporte se resuelva donde debería: dentro de la cancha.
Mientras el foco sigue en las polémicas, los fanáticos de ambos clubes esperan que, finalmente, el partido se juegue y se pueda definir al ganador en un marco de transparencia y normalidad, algo que hoy parece cada vez más difícil en el fútbol argentino.
