Gol Es Gol: Hay que meterse, hay que hablar

La formación inicial del Cervecero en Santiago (El Sol)

Hay que meterse. Después del cachetazo recibido en Santiago del Estero, los protagonistas deberán involucrarse para entre todos poder ayudar al técnico Facundo Sava.

El entrenador se equivocó en los últimos planteos, demoró en las correcciones y terminó exponiendo a los jugadores, ordenándoles funciones que por características les son imposibles de cumplir.

Un ejemplo es el de Julián Bonetto, que hasta hace unas fechas se había encontrado con el gol y transformado en un delantero picante. En los últimos partidos jugó como lateral volante por derecha, haciendo un desgaste físico innecesario que le quitó potencia ofensiva. Lo arruinó.

Otro caso es el de Mariano Barbieri haciendo la banda izquierda y jugando como lateral izquierdo bis. No tiene marca ni mucho menos retroceso. Otro que pagó caro los errores del entrenador.

Los laterales rivales fueron figuras en los últimos cuatro partidos; la ventaja ofrecida por Quilmes por las bandas son demasiado visibles. El equipo de Sava desprecia la marca en mitad de cancha y pone un mediocampo central de características lentas.

El equipo ya no genera tantas situaciones de gol como antes y ese armamento ofensivo ahora depende exclusivamente de la eficacia.

Antes de la debacle en Santiago, el equipo caminaba de la mano de la suerte. Pero en el Madre de Ciudades le soltó el brazo y el Cervecero quedó expuesto a su rendimiento y, como vino ocurriendo en los últimos partidos, no está pasando por su mejor momento en la temporada.

Quedan seis partidos por delante. Puertas adentro habrá que hablar mucho. Un baño de humildad a tiempo puede ser clave para poder llevar al equipo a Primera División. Para eso los que están adentro -jugadores y directivos- deberán participar más y ayudarlo al entrenador Sava a encontrar las respuestas perdidas.

redaccion@elsolnoticias.com.ar

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