En los últimos días, los habitantes de San Rafael y General Alvear, Mendoza, han sido testigos de un evento extraordinario: el paso de un gigantesco camión con carretón transportando una megaestructura con destino a la ciudad de Quilmes, Buenos Aires. Este imponente convoy transporta un transformador de 240 toneladas, el más grande de Argentina y de toda Latinoamérica, retirado de la Estación Río Diamante para ser reparado en una empresa quilmeña.
Una travesía de más de 1.000 kilómetros
El transformador pertenece a la empresa Transener y sufrió una avería que requiere reparaciones especializadas. La logística para trasladarlo es monumental, con un convoy de 14 personas que incluye camionetas de apoyo, personal de asistencia para levantar cables y desviar tráfico, además de un grupo de la policía que acompaña el trayecto. El camión encargado del traslado es un Iveco de gran potencia, que se desplaza a una velocidad máxima de 30 km/h, haciendo que el viaje completo dure entre 18 y 20 días.
El operativo comenzó el lunes 9 de septiembre desde la Estación Río Diamante y recorrerá más de 1.000 kilómetros hasta llegar a su destino en Quilmes. La travesía incluye el paso por las rutas de San Luis, La Pampa y Buenos Aires, y se espera que el regreso del transformador reparado hacia el sur mendocino repita el mismo proceso en un par de meses.
Un operativo complejo y pocas veces visto
La complejidad del traslado radica en las dimensiones del equipo y las rutas urbanas por las que debe transitar. En total, el convoy ocupa alrededor de 100 metros de largo, lo que ha generado gran asombro entre los vecinos de las localidades por las que pasa. La empresa encargada del transporte es Vernazza S.A., especialista en este tipo de operativos de gran porte.
El transformador es esencial para garantizar el suministro eléctrico en la región surmendocina, por lo que su reparación en Quilmes es una prioridad. La operación ha sido calificada como histórica, tanto por el tamaño del equipo como por la logística necesaria para llevarla a cabo.
Este tipo de transporte no solo es una muestra del avance en infraestructura en el país, sino también de la capacidad técnica y logística para movilizar maquinaria de dimensiones excepcionales en Argentina.