En los primeros seis meses de la gestión de Javier Milei, los indicadores sociales reflejan una situación crítica en cuanto al acceso a servicios básicos y la cobertura de salud en Argentina. Según un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el 45,5% de los hogares argentinos no cuenta con al menos uno de los servicios esenciales, como agua corriente, gas natural o sistema de cloacas.
Esta carencia de infraestructura básica afecta directamente a la calidad de vida y evidencia desafíos estructurales en varias provincias del país. La falta de acceso a servicios básicos tiene un impacto negativo en las condiciones sanitarias y en la seguridad de los hogares, especialmente en las zonas más vulnerables.
Además de la problemática en infraestructura, la cobertura médica también se presenta como un indicador alarmante. El 32% de la población depende exclusivamente del sistema público de salud, según detalla el informe del INDEC. Este sistema, que enfrenta limitaciones de recursos y alta demanda, se convierte en la única opción para millones de personas que no pueden acceder a servicios de salud privados.