La Casa de Las Botellas, uno de los atractivos de Quilmes

Se trata de uno de los atractivos de la localidad bonaerense de Quilmes para sumar a la agenda y conocer cuando finalice la cuarentena. La casa de las botellas es una de las expresiones de creatividad e invención en la que predomina el reciclado de diferentes objetos.

Es imposible pensar la historia de esa casa separada de la vida de Tito Ingenieri, su creador Tito es un artista quilmeño de amplia trayectoria, reconocido como Ciudadano Ilustre por el Concejo Deliberante local.

Hace casi tres décadas se quedó sin casa. Hasta ese momento habitaba una vivienda construida en un árbol que fue talado mientras se realizaban obras en la calle. Tito no tenía casa ni dinero, pero sí un terreno.

Decidió reemplazar los clásicos ladrillos por más de un millón de botellas, que fue uniendo durante casi treinta años en el espacio donde finalmente construyó el museo, su casa y el taller. “La técnica es arena, cemento, ceresita y paciencia”, explicó.

La primera edificación la hizo para no estar en la calle y con el tiempo devino en museo. Después erigió la morada que habita en el presente. A esta última la llamó “El Faro” en homenaje al escritor francés Julio Verne y tiene forma hexagonal “para que rompa el viento” que llega desde el río.

Para levantar “El Faro” se asesoró con un cabañista. La vivienda contiene botellas de distintos colores y tamaños, envases de leche, cerveza, aceite y vino que él mismo juntó y otros que le donaron los vecinos y el municipio. En la base usó botellas de sidra porque “al ser más pesadas, brindan un mejor sostén”.

El sol se filtra por los vidrios y se transforma en un haz multicolor, la luz también atraviesa las ventanas fabricadas con ruedas de bicicleta y los vitreaux con forma de ojo de buey hechos por Irma, su compañera de vida.

Un lugar digno de conocer muy cerca de los vecinos Quilmeños.

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