La quilmeña Salomé Di Iorio será una de las cuatro árbitras argentinas designadas por la Comisión de Árbitros de la FIFA para dirigir el Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda 2023, entre el 20 de julio hasta el 20 de agosto.
Salomé Di Iorio estará acompañadas por las compatriotas Laura Fortunato, Mariana De Almeida y Daiana Milone. Fortunato será una de las 33 árbitras principales que tendrá la Copa del Mundo; De Almeida y Milone integrarán el grupo de 55 árbitras asistentes; mientras que Di Iorio formará parte del equipo de VAR.
El FIFA Team One, equipo arbitral de video, está compuesto por 19 miembros y por primera vez en la historia se seleccionaron seis mujeres para formar parte, entre ellas Salomé.
Di Iorio, abogada y docente de la UBA, tiene 42 años. La oriunda de Quilmes comenzó en la AFA en 2001 y es árbitra internacional desde 2006. Participó en Juegos Panamericanos 2011 y 2015, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y en el Mundial Femenino de Canadá 2015. Ahora especializada en VAR, dirigirá su segundo Mundial en Australia y Nueva Zelanda 2023 como una de las seis mujeres en el equipo de Video Assistant Referee.
Salomé Di Iorio forma parte del plantel de árbitros VAR de la LPF, Libertadores y Sudamericana masculinas. También estuvo presente en la final de la Copa Libertadores Femenina 2021.
Nueva Zelanda y Noruega jugarán en la madrugada de este jueves el partido inaugural de la Copa del Mundo Femenina de la FIFA 2023 en Auckland, de la que tomará parte Argentina, que debutará en el certamen el lunes próximo.
Las neocelandesas y las noruegas, campeonas en 1995 y favoritas del grupo A, jugarán este jueves desde las 4 hora argentina (las 19 hora local) en el estadio Eden Park, con capacidad para 48.276 personas y entradas agotadas hace un mes, con televisación de DSports.
Por su parte, el debut del seleccionado de Argentina será el lunes 24 de julio ante Italia a partir de las 3 en el estadio Eden Park.
Argentina compartirá el Grupo G con Italia, Suecia y Sudáfrica.
El Mundial 2023, en la novena edición, sin dudas será histórico porque se jugará por primera vez en Oceanía, donde dos países como Australia y Nueva Zelanda compartirán la sede, con la participación de 32 seleccionados -ocho más que en Francia 2019- y con premios económicos inéditos para las mujeres en el fútbol.
