Los Titirinautas alegran a los chicos internados en el Hospital El Cruce

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El grupo Titirinautas recorrió el Hospital El Cruce de Florencio Varela para entretener a los niños que están internados y «para disminuir el miedo» que muchos de ellos sienten parmaneciendio dentro del nosocomio.

Desde 2011 los Titirinautas realizan obras en pequeño formato para los pacientes de diversos hospitales de zona sur del conurbano . Consideran que el arte contribuye a la capacidad de resiliencia y que el títere cumple una función especial en ese juego.

Karina Gozzi explicó a la Agencia Paco Urondo que «el programa Titirinautas responde a una convocatoria de la Comedia de la Provincia de Bs As, para trabajar en el área de pediatría de los hospitales. Como grupo partimos de la premisa que el arte siempre ayuda a un proceso de bienestar, por eso el proyecto tiene dos patas fundamentales. Por un lado, otorgar un momento de distensión, absolutamente necesario, en situaciones de internación para aliviar el estrés, la incertidumbre y la angustia. Por otro lado, incentivar a un momento lúdico como forma de disminuir el miedo. Con esos objetivos en mente diseñamos nuestras obras. Las presentaciones se realizan al pie de la cama del paciente y la principal característica de nuestros títeres y vestuarios es su confección a partir de la utilización de material hospitalario, el cual se interviene especialmente para desdramatizar tanto objetos como prácticas del ámbito hospitalario. Al tomar aquello que causa temor y molestia, lo resignificamos en el espectáculo».

Gozzi explicó además que «el títere es un recurso fundamental porque actúa como puente entre el niñe y la situación que lo rodea. Al tratarse de una herramienta versátil y prolífera, por las diversas posibilidades que despierta para jugar y crear, hace que tenga una gran potencia al momento de asistir al proceso de sanación. El títere como objeto tiene en sí mismo la capacidad de transformar la realidad desde la imaginación, por eso en la situación de internación facilita el transitar esa etapa. Por ejemplo, convertir una jeringa en un pingüino o un mosquito, hace que un momento que causa miedo o estrés pueda ser menos traumático. Nuestro aporte más valioso es resignificar los elementos hospitalarios, y lo hacemos jugando, observando los objetos y encontrándoles una funcionalidad distinta».

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