Jorge Gorini, quien debería ordenar la detención de Cristina Fernández de Kirchner si la Corte Suprema confirma la condena, fue visto el viernes ingresando a un edificio de la Policía Federal. La expresidenta, en tanto, relanza su armado político en el conurbano y encabeza un acto este sábado en Corrientes.
En medio de crecientes versiones sobre una inminente confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner por parte de la Corte Suprema, uno de los jueces clave del caso Vialidad fue visto este viernes por la tarde ingresando a las dependencias de la Policía Federal, ubicadas en Figueroa Alcorta y Cavia. Se trata de Jorge Gorini, presidente del Tribunal Oral Federal 2, quien junto a Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso firmó la sentencia a seis años de prisión contra CFK a fines de 2022.
La presencia del magistrado en ese edificio no pasó desapercibida. Es que sería él quien debería hacer efectiva la detención de la expresidenta si el máximo tribunal ratifica el fallo. Según trascendidos judiciales, la acordada que confirmaría la sentencia podría conocerse este mismo martes, lo que activaría los pasos procesales para que la condena quede firme y vuelva a manos del TOF 2, que entonces deberá decidir sobre la ejecución de la pena.
Todo esto ocurre en paralelo a un rearme político acelerado de CFK, que ya confirmó su candidatura, se mostró en una cena con intendentes del conurbano, mantuvo reuniones con el gobernador Axel Kicillof y este sábado encabeza un acto en Corrientes para respaldar a dirigentes propios. El evento será también una señal hacia el interior del peronismo en plena efervescencia, mientras se prepara una cumbre clave de jefes comunales que podría definir la estrategia electoral del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires.
Aunque el operativo judicial parece avanzar a paso firme, en el peronismo ya advierten que una eventual detención de CFK podría alterar por completo el tablero político y convertirse en un factor de movilización para su espacio. Mientras tanto, la expresidenta se mueve como si el cronograma electoral siguiera en pie y redobla su presencia en el territorio, con el foco puesto en el conurbano, donde aún conserva una fuerte base de apoyo.
