«Milei genera discursos violentos»

Alberto Sileoni, actual director de general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires

AS habló sobre el caso del colegio secundario de Ingeniero Maschwitz

El director de general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, aseguró que “la escuela es un amortiguador de la violencia social” y apuntó contra el Gobierno nacional como responsable de generar discursos violentos que repercuten en las escuelas.


“Las más altas autoridades terminan conversaciones con ”calláte mogólico» o con adjetivos calificativos horribles como “ratas, miserables, mandriles”, dijo.


Y agregó: «son cosas que vienen de arriba, al igual que youtubers afines al gobierno de Javier Milei que quieren palos, venganza y muerte. La sociedad ve violencia y en ese contexto están las escuelas».


Sileoni expresó la problemática actual que tienen las escuelas en la Provincia, pero específicamente habló del incidente protagonizado por alumnos de una escuela de Ingeniero Maschwitz.


“Unos chicos le dijeron a las autoridades lo que sucedía en redes sociales y rápidamente se activó un protocolo para situaciones de violencia adentro de la escuela”, explicó.


“La fiscalía del fuero juvenil de Campana tomó la denuncia y se hicieron allanamientos en las casas de los cuatro chicos pero no se encontraron armas. Solamente se secuestraron teléfonos, pero no deja de ser un hecho preocupante y alarmante que la escuela tiene que trabajar en eso”, indicó.


Por otra parte, enfatizó sobre el rol clave que cumplen las escuelas porque enseñan “respeto, a esperar y pensar” y que no se trata de una “pandemia de violencia” porque hay alrededor de 1.700.000 alumnos que cursan la secundaria en el territorio bonaerense.


“Fue una semana atípica y dolorosa, hubieron varios casos de violencia pero nosotros trabajamos con talleres de salud mental y jornadas de convivencia. Estamos identificando los roles que ocupan los chicos cuando ocurren estos casos”, explicó.


Finalmente, Sileoni se refirió sobre el papel que deben tener los adultos y la corresponsabilidad que tienen en sus hogares como padres de los jóvenes. «No hay adultos responsables que acompañen, hay mucha opacidad”, sentenció.