Milei inauguró las sesiones ordinarias con más ataques

No mencionó a los jubilados, la educación, la salud ni la ciencia, pero insistió en atacar a la oposición y en impulsar cambios punitivistas y económicos sin detalles concretos.

En un Congreso semivacío, con la ausencia de casi la mitad de los legisladores y pocos gobernadores presentes, el presidente Javier Milei abrió el 143° período de sesiones ordinarias con un discurso cargado de agresiones, promesas de reformas y omisiones clave.

Milei tardó apenas unos segundos en recurrir a su habitual ataque contra “la casta” y, a lo largo de casi una hora y media, descalificó a sectores políticos, sociales y empresarios. En su balance de gestión, destacó la baja de la inflación y la reducción del déficit fiscal, aunque evitó mencionar el impacto de sus medidas en la población. También aseguró que el país atraviesa una recuperación económica en «V», a pesar de los datos que indican una fuerte recesión.

Los momentos más ovacionados por su sector fueron los elogios al ministro de Economía, Luis Caputo, al vocero presidencial Manuel Adorni y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien reivindicó por haber reducido los piquetes. Además, adelantó que enviará una reforma penal para endurecer penas y bajar la edad de imputabilidad. También reclamó una reforma impositiva para eliminar tributos y anunció su intención de modificar las leyes migratorias para facilitar la expulsión de extranjeros que cometan delitos.

En política exterior, Milei reafirmó su alineamiento con Donald Trump y mencionó a Elon Musk, a quien le alcanzó una motosierra en un guiño a su discurso de ajuste. Además, planteó la posibilidad de abandonar el Mercosur y firmar un tratado de libre comercio con Estados Unidos.

Uno de los puntos más polémicos de su discurso fue su omisión de temas sensibles. No hubo referencias al recorte de jubilaciones, el desfinanciamiento de la educación y la ciencia, la suba de las prepagas ni el impacto de la crisis en la salud pública. Tampoco reivindicó la soberanía sobre las Islas Malvinas ni mencionó el atentado a la AMIA, ausencias que llamaron la atención.

El escándalo de la estafa con la criptomoneda $LIBRA sobrevoló el acto. Aunque evitó referirse directamente a las denuncias en su contra, desafió a quienes lo acusan de participar en esquemas fraudulentos. La misma mañana, el New York Times había publicado una investigación que señalaba a su entorno por pedir coimas para acceder a reuniones con él en la Casa Rosada.

En el Congreso, la oposición dejó en evidencia el rechazo a su gestión. La bancada de Unión por la Patria, con 98 diputados y 34 senadores, se ausentó en protesta. Tampoco estuvieron presentes algunos legisladores de otros espacios, que dejaron carteles en sus bancas con críticas al mandatario. Mientras tanto, en los palcos, la presencia de aliados del PRO y sectores radicales permitió completar el acto.

Uno de los momentos de mayor tensión se dio sobre el final, cuando Milei interrumpió bruscamente a la vicepresidenta Victoria Villarruel al intentar cerrar la sesión. La transmisión oficial evitó mostrar imágenes del saludo entre ambos, reflejando la creciente distancia dentro del Gobierno.

En definitiva, fue un discurso en la línea de su estilo confrontativo, sin anuncios concretos sobre mejoras en la vida cotidiana de la gente y con un fuerte tono de campaña, en el que volvió a recurrir a sus enemigos políticos como excusa ante la falta de resultados.