Tras sellar el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno de Javier Milei prepara un nuevo esquema tarifario que golpeará nuevamente a la clase media, al eliminar los subsidios que aún mantiene en las boletas de electricidad y gas natural.
El objetivo es avanzar con el ajuste exigido por el FMI, reduciendo los subsidios al sector energético y desregulando el mercado.
La medida reemplazará la actual segmentación de tarifas por nivel de ingreso dividida en tres categorías por una única categoría subsidiada exclusiva para los hogares vulnerables.
De esta manera, unos 3 millones de usuarios de clase media perderán los subsidios en sus facturas de electricidad. Según anticiparon, el recorte será progresivo: la Secretaría de Energía ya comenzó a aplicar reducciones en los descuentos que reciben los usuarios residenciales.
La funcionaria a cargo del ajuste será María Carmen Tettamanti, titular de la Secretaría de Energía, quien encabezará la implementación del nuevo esquema.
El FMI pidió más motosierra
De acuerdo a lo establecido con el FMI, el gasto en subsidios debería reducirse del 1,1% del PBI en 2024 al 0,5% en 2025. Desde la llegada de Milei al poder, las tarifas de electricidad aumentaron un 264% y las de gas un 622%, según datos del Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA-Conicet. Hasta diciembre pasado, de los 16,2 millones de usuarios de electricidad, 9,5 millones contaban con tarifas subsidiadas.
En gas, 5,3 millones de los 9,5 millones de usuarios residenciales recibían algún beneficio, dividido entre Niveles 2 (ingresos bajos) y Niveles 3 (ingresos medios).Desregulación y contratos directos en el mercado mayorista.
Otra de las condiciones del acuerdo con el FMI es avanzar en la reforma del mercado mayorista de electricidad antes de noviembre. En ese sentido, el Gobierno dictó la Resolución 21/2025, que permite a las empresas energéticas contratar directamente sin la intermediación de CAMMESA, buscando así flexibilizar y desregular el sistema eléctrico.
Este ajuste tarifario se suma a una serie de medidas que impactan sobre la clase media, en un contexto de fuerte inflación y caída del poder adquisitivo.