El Obispado de Quilmes comunicó esta semana la decisión del Obispo Carlos José Tissera de apartar de sus funciones al sacerdote Franco Lütens, de 61 años, quien estaba a cargo de la parroquia de Ranelagh. La medida responde a las denuncias presentadas contra Lütens y a la apertura de una causa penal en la Justicia. El Obispado informó también el inicio de una investigación interna en conformidad con las directrices del Papa Francisco para tratar estos casos, reafirmando su colaboración con las autoridades judiciales para el esclarecimiento de los hechos. Además, Tissera exhortó a las posibles víctimas a acercarse al Equipo Diocesano para la Protección de Menores y Adultos Vulnerables, donde pueden recibir apoyo y contención.
Mientras tanto, a través de la red “Sobrevivientes Argentina” en redes sociales, los denunciantes insisten en que Lütens ha evitado presentarse a pericias psicológicas ordenadas por la Fiscalía N°8 de Quilmes en dos ocasiones. La red también señaló que el sacerdote continuó participando en actividades académicas y visitas al Hospital Borda, en el marco de sus estudios universit