La Secretaría de Cultura ha pasado del Ministerio de Capital Humano a la órbita de Presidencia, según el decreto 989/2024, en un movimiento que fortalece la estructura del «triángulo de hierro» que lidera el presidente Javier Milei junto a Karina Milei y Santiago Caputo. Esta reestructuración, que apunta a ajustar la gestión cultural, delega ahora las responsabilidades de Cultura en el área de Presidencia, integrándose a las otras seis secretarías creadas en esta administración. Bajo esta nueva disposición, las funciones culturales buscan mayor integración en la «batalla cultural» que Milei ha mencionado en múltiples foros, donde resalta su intención de erradicar influencias que considera «socialistas».
El secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, conocido por sus declaraciones críticas hacia el gasto en producciones culturales de bajo público, confirmó que la secretaría trabajará en conjunto con la Cancillería y la Agencia de Inversiones para internacionalizar la cultura argentina. Además, en su defensa de la política de ajustes, Cifelli planteó la importancia de eliminar “trabas burocráticas” en las industrias culturales, marcando un enfoque de desregulación que comparte con el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger.
Concesiones gastronómicas en el ex CCK
En otro frente, el Gobierno ha anunciado la apertura de licitaciones para instalar bares y restaurantes en el edificio del ex CCK, ahora denominado Palacio Libertad. Estas concesiones, gestionadas por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), buscan posicionar el edificio como un centro gourmet y exclusivo para atraer turismo y dinamizar la actividad económica. Con una concesión por cinco años, se habilitarán dos espacios gastronómicos en planta baja y subsuelo, además de otros en los pisos 8 y 9, incluyendo un restaurante en la cúpula con capacidad para 300 personas.