El zaguero y capitán de Boca Juniors, Marcos Rojo, en representación del plantel, consideró que demostraron ser «los mejores del torneo» y que debió «sufrir viendo el partido desde afuera», ausente por la reciente operación por la rotura del ligamento cruzado externo de la rodilla derecha.
«Demostramos que somos los mejores, que Boca salió campeón una vez más porque, a pesar de todo, es el mejor equipo del fútbol argentino». argumentó Rojo en diálogo con Télam al término del empate con Independiente 2 a 2 y tras la festejada vuelta.
«Mirando el partido desde afuera, lo sufrí, no sabía como pasar ese momento. Hubiese dado lo que no tenía para estar dentro de la cancha ayudando a mis compañeros», indicó sobre las sensaciones sentidas durante el desarrollo del cotejo.
Justamente, por no estar en forma presencial esta tarde en el partido por la lesión sufrida, una vez que levantó la Copa recibida por la nueva estrella lograda, se la cedió a Alan Varela, que finalizó como capitán del equipo después que Guillermo ‘Pol’ Fernández, quien portó el brazalete desde el inicio, fue reemplazado en el segundo tiempo.
Se refirió a los diversos comentarios y suposiciones que se manifestaron durante los días previos sobre la definición del certamen.
«Siempre se dicen muchas cosas que no son verdad, eso solo pasa en el fútbol argentino, así lo demostramos los jugadores con los resultados que se dieron», concluyó Rojo.
Título especial
El colombiano Sebastián Villa consideró que «es un título especial» el obtenido con la coronación de su equipo en el torneo de la LPF, a raíz de «sensaciones encontradas padecidas durante el año».
«Es un título especial para mí porque sufrí una fuerte lesión y se dijeron cosas sobre mí que hicieron sufrir a mi familia, cuando yo sé que no son verdad», refirió Villa.
Precisamente, el autor del segundo gol de tiro libre en el empate de este domingo con Independiente 2 a 2 mantiene dos causas con la Justicia relacionadas con violencia de género.
Respecto de ese tiro libre que puso en ventaja al conjunto de la Ribera en forma transitoria, ejecutado de una manera excepcional, el colombiano dijo: «Le pegué seco a la pelota y sabía que iba a entrar en el ángulo», tal como lo fue.
«Cuando vi entrar la pelota en el arco, cerré los ojos y sentí como que me desmayaba, porque no lo podía creer. Y me tiré al piso inmediatamente mientras mis compañeros se volcaban sobre mi», detalló finalmente Villa.
