En los pasillos del club Platense, Sebastián Ordoñez se mueve con soltura. Los socios lo detienen para charlar, y él se toma el tiempo necesario para responder preguntas, siempre con entusiasmo. Su orgullo se evidencia cuando señala a los chicos y chicas que llenan las canchas recientemente acondicionadas de la sede, dedicándose al fútbol, handball, básquet, patín y hockey. Así es Platense hoy: un club que combina deporte, integración social y una dirigencia que apuesta al crecimiento sostenible.
“Platense es un club familiar”, afirma Ordoñez, quien lleva 18 años de casado con Carolina y es padre de tres hijos: Agostina, de 20 años, estudiante de Arquitectura en la UBA; Ramiro, de 13, arquero en las inferiores del Calamar; y Sofía, de 6, jugadora de hockey. Su círculo íntimo lo acompaña en su gestión: “Mi mamá Celia manda bendiciones cada mañana, mi hermano Mariano siempre está a mi lado, y hasta el jardinero de casa se hizo hincha y asoció a sus hijos”.
Deporte e integración, los pilares del club
Ordoñez asegura que la prioridad de su gestión es promover el deporte y fortalecer la comunidad del club. “No hipotecamos la institución”, subraya. Bajo su presidencia, Platense busca consolidar al equipo de fútbol en la Primera División y potenciar al equipo de básquet en la Liga Nacional. Sin embargo, el énfasis no está solo en el rendimiento deportivo, sino también en mantener al club como un espacio de inclusión y convivencia para las familias.
Las canchas remodeladas, llenas de niños y niñas practicando diferentes disciplinas, reflejan esta visión. “Lo bueno es que el entorno acompaña. Muchos amigos, amigas y familiares se sumaron, porque Platense no solo es un club, es una comunidad”, explica Ordoñez desde su despacho, con evidente satisfacción.
Platense, un club en crecimiento sostenido
En un contexto donde muchos clubes priorizan resultados inmediatos a expensas de su estabilidad, Platense busca destacarse como una institución modelo. “Hoy somos uno de los clubes con mejor imagen. Esto no se logra solo con grandes triunfos, sino con esfuerzo, planificación y la convicción de que somos más que un equipo: somos una familia”, concluye.
Con la misma dedicación con la que recorre los pasillos y escucha a los socios, Sebastián Ordoñez trabaja día a día para que Platense continúe siendo un ejemplo de integración y sostenibilidad, una institución que mira al futuro sin perder de vista su esencia.
