La actual inhibición de la FIFA es una ratificación de aquella sanción originada en febrero de 2024 y por consiguiente, gira alrededor del «Caso Giovini» donde Unión La Calera de Chile le reclama a Quilmes por el pago de la compra del arquero en 900 mil dólares durante fines de julio de 2016.
En declaraciones radiales, Ricardo Pini, el propietario del club chileno, afirmó que «primero hicimos el reclamo de manera informal. Luego empezamos con los reclamos formales y no obtuvimos respuesta».
«Cuando ocurrió lo de (Emanuel) Herrera lo denunciamos en el expediente y le hicimos saber a la FIFA que la sanción no se estaba cumpliendo», expresó Pini.
Indicó que «la última actualización del monto quedó en 1.300.000 dólares aproximadamente».
Como contrapartida, la doctora Diana Español, jueza del Concurso de Acreedores que atraviesa el Cervecero desde octubre de 2016, manifestó que «yo le preguntaría al presidente de La Calera por qué no se presentó al Concurso. Hasta ahora ningún acreedor reclamó por ningún incumplimiento».
Además puntualizó que «el QAC tiene la libertad de pagar, pero yo jamás podría avalar el pago de un crédito no verificado».
Con respecto a la inhibición señaló que «el club podría ir por el mismo camino que utilizó hace un año y valerse de la legislación argentina».
«El año pasado dispuse que no se puede sancionar a Quilmes, por deudas preconcursales no verificadas en el Concurso, ni con inhibiciones ni con quita de puntos», sostuvo la doctora Español.
«Todos los acreedores tienen la obligación de concurrir al Concurso para reconocer su crédito. La Calera no lo hizo, por lo tanto el crédito no es válido».
Por último, la jueza aseguró que «Quilmes ya pagó la segunda cuota anual de los acreedores quirografarios (entre ellos, la AFA). Si todo sigue en orden, el Concurso terminaría en mayo de 2029».




