Se denomina “vampiro” al consumo de los electrodomésticos y dispositivos electrónicos/informáticos que «chupan» electricidad incluso cuando se encuentran inactivos.
El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) recomienda detectar y combatir esta succión de watts que aumenta por goteo, no sólo la facturación del servicio eléctrico, sino las emisiones de dióxido de carbono, una de las causas principales del efecto invernadero.
A menos que se los desenchufe, no están realmente apagados los televisores, equipos de audio, hornos microondas, teléfonos inalámbricos, computadoras, consolas de videojuegos y demás aparatos eléctricos con opción de modo Stand-by (1), con baterías recargables y/o con reloj u otro panel informativo digital. De hecho, estos dispositivos consumen energía por el solo hecho de estar enchufados.
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el consumo vampiro representa entre un 5 y un 10% del consumo eléctrico hogareño. Por su parte, la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL) calcula entre un 5 y un 16%.