Un breve pero intenso chaparrón, que no superó los 15 minutos, volvió a dejar a Avellaneda con calles completamente anegadas alrededor del mediodía de hoy. Las lluvias provocaron que el agua ingresara a varios hogares, dificultando la vida de los vecinos, y complicaron la circulación vehicular en distintos puntos del distrito, incluyendo zonas cercanas a la Avenida Mitre, la arteria principal del municipio, donde se observaron vehículos detenidos y esquinas colapsadas.
La situación se repite y es ya cotidiana para los vecinos de Sarandí, Villa Tranquila, Dock Sud, Villa Inflamable, Gerli, Piñeyro, Barrio Anglo y “Las Fábricas”, quienes se ven atrapados en sus viviendas y preocupados por los daños que el agua puede ocasionar.
Este problema no es nuevo: hace años que las lluvias generan caos en Avellaneda, pero la situación parece haberse naturalizado pese a que la gestión municipal es la misma desde hace tiempo. Los vecinos denuncian que, ante cada lluvia, incluso las de poca duración, las calles se transforman en un caos debido al sistema de desagüe deficiente, que no logra soportar el caudal de agua, dejando a toda la comunidad desprotegida y expuesta a situaciones peligrosas, como a la posibilidad de electrocutarse, un peligro latente durante las inundaciones.
El descontento crece y las soluciones siguen siendo insuficientes, lo que enciende una vez más las críticas hacia la administración de Jorge Ferraresi. Este problema no es nuevo, hace años que las lluvias generan caos en Avellaneda pero la situación parece haberse naturalizado para la gestión municipal es la misma desde hace tiempo