Bernal: COVID-19 en un hogar

El Villa del Sol enfrenta una difícil situación tras detectarse varios casos de coronavirus entre el personal y los internos. La directora de la institución, Andrea Luján, explicó las medidas que se tomaron para prevenir la propagación de la enfermedad

El Hogar Villa del Sol de Bernal intenta controlar un brote de coronavirus que afectó al menos a 12 pacientes y a tres empleados. Los internos se encuentran aislados dentro de la institución, salvo el caso de una persona mayor que fue derivada y de dos enfermeras que están cumpliendo la cuarentena. En tanto, una gran parte del personal también se encuentra en sus viviendas, en muchos casos a la espera del resultado de los análisis.

La situación fue confirmada por la directora del hogar, Andrea Luján, quien aseguró que desde antes del inicio de la cuarentena se iniciaron los protocolos correspondientes para evitar el ingreso del virus, lo que finalmente no se pudo controlar.

La semana pasada dio positivo el análisis de dos enfermeras y 16 internos con diferentes discapacidades comenzaron con síntomas compatibles con el COVID-19. Once de ellos dieron positivo en el test y se espera el resultado de otros cuatro.

Unos días antes, también, una empleada de la cocina había comenzado la cuarentena por prevención -su caso también fue positivo- y un interno de 76 años con EPOC fue derivado a un centro especializado por tratarse de un caso de riesgo. Sin embargo, Luján no relaciona esos casos con el brote surgido la semana pasada.

Actualmente, los pacientes se encuentran aislados en un sector especial y parte del personal de distintos ámbitos cumple la cuarentena, por lo que se debió contratar a otros profesionales y se decidió que algunos empleados pasen la noche dentro del hogar de San Martín Nº 536.

Los sectores están estrictamente aislados y se procede con la mayor rigurosidad para la atención y alimentación de los pacientes, con la intención de evitar que surjan nuevos casos.

La directora aseguró que familiares, personal, Municipio y organismos de control están informados sobre la situación y que se dará un alerta ante cualquier eventualidad.

Con el inicio de la pandemia, el Hogar Villa del Sol dio la posibilidad a los familiares para que retiren a los pacientes, pero solo tres volvieron a sus viviendas. El resto, unos 150, permanecieron en la institución.
Se decidió evitar el ingreso de familiares y se suspendieron las actividades de día, que implicaban un mayor movimiento dentro del edificio.

Con la cuarentena, el hogar redujo al mínimo la cantidad de personal y activó los protocolos necesarios: los empleados deben dejar la ropa en el vestuario para usar uniformes desinfectados, tapabocas, máscara facial y otras precauciones relacionadas a cada especialidad y función dentro del edificio, donde se desempeñaba hasta la semana pasada un centenar de empleados en todos los turnos.

Sin embargo, la aparición de los casos de coronavirus demostraron, según la directora, que «a pesar de activar los protocolos más estrictos, nadie está completamente seguro de evadir los contagios».

Luján dijo que tanto el área de Salud de la Municipalidad como los organismos de control de las instituciones de discapacidad están informados permanentemente sobre la situación y que se derivará a cualquier paciente que presente síntomas graves.

No obstante, explicó que los internos sienten al hogar como su propia familia y la derivación a un hospital público puede ser traumática, porque se trata de personas con discapacidades físicas, mentales y, muchos de ellos, con enfermedades psquiátricas.