Docente de la UNQ participó de proyecto ganador de un Premio Gardel

Melancholia Borealis es, en la historia de los premios Gardel, el primer proyecto realizado íntegramente por mujeres, incluidas las técnicas, que se lleva este galardón. De hecho, Mercedes Sosa y Marilina Bertoldi son las dos únicas representantes del género que han logrado el Gardel de oro desde su creación en 1999. Esta podría ser la noticia y sería suficiente; sin embargo, un hecho a destacar es que la propuesta cuenta con grabación, mezcla y mastering de Constanza Sánchez, directora de la carrera de Licenciatura en Composición con Medios Electroacústicos y docente de la Escuela de Artes de la UNQ.

La atención nos remite a nuestras referencias en este género musical, y los resonantes nombres aparecen: Mozart, Beethoven, Bach. Pero ¿alguien recuerda entre las armonías de nuestra textura auditiva a Nanerl Mozart, hermana del gran compositor? ¿Y a la sorprendente Clara Schumann, pareja de Robert? ¿Tenemos registro de que Catalina de Rusia fue una de las mujeres que introdujo la música clásica en el Palacio de Invierno de San Petersburgo en Rusia? ¿Conocemos a Lía Cimaglia, pianista y compositora argentina? ¿A Magdalena García Robson, primera directora del Conservatorio Nacional?

Melancholia Borealis nos encuentra con una sensibilidad sonora que despierta estas preguntas, que nos conduce a emociones, sensaciones, sentidos y estados corporales atravesados por el tono, el ritmo y el tiempo de una melodía que embellece el oído.

Las intérpretes Noelia Sinkunas, Mercedes Lescano, Carolina Grinspan, Sandra Aquaviva, Paula Pomeraniec, Irene Cadario, Natalia Cabello y Dolores López Mac Kenzi se funden en una estructura lograda, que enciende otra nota en la música clásica. Esa incomodidad subrayada en la puesta estética de la tapa del disco, coloca a una mujer rapada en los laterales de pelo largo y frondoso, con una mirada aguda que dirige una especie de cielo de las partituras. Escrituras difusas en la composición que se tensan en una reivindicación del trabajo colectivo de mujeres en esta disposición.

Una iniciativa que abre a un mundo sensorial que encuentra esperanza en la melancolía. En cada nota de los temas que componen el disco se puede dar cuenta de esa constelación boreal, pero también de una especie de viaje por las Vastitas Borealis, una llanura en el planeta Marte.

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