En medio de la creciente presión inflacionaria y una brecha cambiaria que sigue en ascenso, el Gobierno evalúa una serie de medidas para estabilizar la economía y controlar los precios. Entre las propuestas que se barajan se encuentra la posibilidad de rifar dólares del Banco Central para reducir la brecha cambiaria, junto con la disminución de impuestos a las importaciones y la facilitación de compras externas de insumos críticos que afectan el stock de reservas.
La rifa de dólares, una medida no convencional, busca disminuir la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, en un intento por aliviar la presión sobre el mercado cambiario. Esta estrategia, sin embargo, plantea interrogantes sobre su efectividad y los posibles riesgos para las reservas del Banco Central, que ya enfrentan desafíos significativos.
Paralelamente, se propone una rebaja en los impuestos a las importaciones, con el objetivo de facilitar la adquisición de insumos clave que actualmente afectan la producción y contribuyen a la presión inflacionaria. Esta medida también apunta a mejorar el flujo de mercancías y reducir el impacto de los costos importados en la inflación local.
Otro componente de este plan incluye la implementación de una «tablita» de ajuste mensual del 2% en el dólar oficial, alineado con el Enfoque Monetario de la Balanza de Pagos. Este enfoque busca manejar la paridad cambiaria de manera controlada, ajustando gradualmente el tipo de cambio para evitar shocks abruptos en la economía.
El objetivo central de estas iniciativas es perforar la tasa de inflación mensual del 4%, un umbral que se ha vuelto difícil de romper en el contexto actual. Con estos ajustes, el Gobierno pretende estabilizar los precios y mejorar la competitividad de la economía, aunque su éxito dependerá en gran medida de la capacidad para manejar los desequilibrios macroeconómicos existentes.
Estas propuestas reflejan la urgencia del Gobierno por encontrar soluciones a corto plazo, pero también resaltan las complejidades de gestionar una economía que enfrenta múltiples frentes de inestabilidad. En los próximos meses, se verá si estas medidas logran el efecto deseado o si se necesitarán ajustes adicionales para controlar la inflación y estabilizar el mercado cambiario.