El Gobierno redefine el esquema de subsidios al transporte en el AMBA basado en la demanda de usuarios

El Gobierno redefine el esquema de subsidios al transporte en el AMBA basado en la demanda de usuarios
El Gobierno redefine el esquema de subsidios al transporte en el AMBA basado en la demanda de usuarios

El Gobierno anunció la implementación de un nuevo esquema de distribución de subsidios para el transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), basado en la demanda de usuarios. Este cambio, que apunta a mejorar la asignación de recursos y responder a las necesidades reales de pasajeros, es la culminación de un estudio realizado desde diciembre pasado, cuando surgió el conflicto por la eliminación de los subsidios al transporte en la región. En aquella ocasión, se propuso que los pasajeros asumieran directamente el costo del servicio, pero esa medida fue descartada debido a la presión social y el impacto en la economía familiar.

La nueva metodología ajustará los subsidios en función del volumen de pasajeros que utilizan el transporte en distintos momentos y zonas del AMBA, priorizando las líneas y horarios de mayor demanda. Esto busca reducir las desigualdades en el acceso al servicio y ajustar la inversión del Estado en un sistema que actualmente enfrenta desafíos de financiamiento y eficiencia.

Para implementar este esquema, se utilizará un sistema de monitoreo que medirá la afluencia de pasajeros en tiempo real, lo cual permitirá una distribución más equitativa de los recursos públicos, respondiendo a las necesidades específicas de cada línea y horario. “El objetivo es que el transporte esté subsidiado en función del uso real, para que el presupuesto asignado sea efectivo y llegue a quienes realmente lo necesitan”, explicaron fuentes oficiales.

El sistema de transporte en el AMBA, que representa una red compleja y de alta demanda, ha sido históricamente subsidiado para mantener tarifas accesibles en colectivos, trenes y subtes. Sin embargo, el esquema anterior era criticado por una asignación que, en algunos casos, no respondía al nivel de pasajeros ni a las necesidades operativas de las empresas.

La redefinición de los subsidios plantea tanto beneficios como desafíos. Por un lado, puede optimizar los recursos en un contexto de ajuste fiscal; por el otro, podría requerir adaptaciones en los servicios para responder a la demanda, y plantea interrogantes sobre el impacto en los costos para los pasajeros y las empresas de transporte. Algunos analistas advierten que, si bien el enfoque basado en demanda es positivo en términos de eficiencia, su implementación debe considerar las realidades de horarios y regiones, para evitar un aumento en el precio del pasaje en zonas o momentos de menor demanda.

Mientras el Gobierno avanza en la puesta en marcha de este nuevo esquema, se prevé que la medida impactará en los ingresos de las empresas de transporte, que deberán ajustar su oferta en función de la demanda real y los subsidios recibidos. Este cambio en la lógica de asignación de recursos refleja una apuesta por hacer más eficiente el gasto público en transporte, en un contexto en el que la inflación y el ajuste fiscal aumentan la presión sobre los presupuestos estatales.

Para los pasajeros del AMBA, el nuevo esquema podría traducirse en una mayor disponibilidad de servicios en horarios y rutas de alta demanda, aunque queda por ver cómo se implementará en la práctica y si la medida logra efectivamente mejorar la calidad del transporte público en la región.