El 17 de febrero fue el día del adiós. Miguel Caneo, a los 37 años, anunció su retiro del fútbol profesional. El ex Quilmes comunicó su decisión a través de una carta que publicó en las redes sociales.
«Desde que tengo memoria, todos mis recuerdos están vinculados a una pelota. Cuando tenía 5 años o tal vez antes, (en esa época el tiempo tiene otro ritmo, y otro compás) mis viejos, con mucho esfuerzo, me regalaron una tango. Imposible poner en palabras, incluso 32 años después, lo que significó para mí. A las dos semanas la pelota desapareció, quizás la robaron, tal vez la perdí. Solo recuerdo que dejó de estar, pero ya no era el mismo: ahora la necesitaba, ahora la quería siempre conmigo. Yo ya no me sentía completo si no la tenía. Días después de eso, mis viejos me regalaron otra pelota, y en ese momento me prometí nunca más perderla, me prometí cuidarla. Era chico, es cierto, pero en ese preciso instante supe que entre ella y yo había algo que era para siempre. Recuerdo haber usado esa pelota hasta que no quedaron rastros ni de la marca», explicó.
Agregó: «cuando cumplí 8 años le dije a mi mamá que me iba a ir a vivir a Buenos Aires y que iba a jugar en Primera División. El tiempo pasaba, y mi pasión por el fútbol crecía. En cada entrenamiento y en cada partido que jugaba (en el club o en el barrio) me preparaba para conseguir eso que tanto quería».
«Cerati, con mucho acierto, sostiene que «al final hay recompensa» y la recompensa a tanto esfuerzo llegó: a los 16 años llegué a Buenos Aires, a la pensión de Boca. Tuve la suerte de conocer y compartir con otros chicos, que tenían el mismo sueño que yo, y también los mismos miedos. Miedos que me acompañaron, pero que jamás me alejaron de lo que quería: jugar en Primera.Tres años después. el sueño de ese nene de General Roca, que el mismo día que perdió su primer tango encontró la pasión de su vida, se concretaba», reflexionó.
«Pasaron los años y tuve la posibilidad de disfrutar de este hermoso deporte, de aprender y crecer con todas y cada una de las experiencias que me tocaron vivir: hubo años de triunfos, goles y títulos, otros en los que me toco hacerle frente a la derrota y a duras lesiones que me marginaron de la cancha. Esa fue sin duda la parte más dura de mi carrera», expresó.
«Sin embargo, siempre tuve la contención y el apoyo necesario para salir adelante, porque de eso se trata el fútbol y la vida misma: de no rendirse y sobreponerse.Hoy después de 17 años de jugar a la pelota anuncio mi retiro como futbolista profesional. Se cierra un ciclo, pero mi amor por ella es eterno», afirmó.
«Es una decisión que tomo con mucha alegría y con absoluta convicción de haberlo entregado todo, más de lo que el cuerpo muchas veces podía. Quiero agradecer a mis representantes, a los cuerpos técnicos, a los utileros, cuerpos médicos, directivos, periodistas y trabajadores de cada club. A todos ellos gracias por el respeto con el que me han tratado, eso no tiene precio», dijo.
«Llegó el final de esta linda y sacrificada profesión que tanto me ha quitado, pero tanto más me ha dado. He sido intensamente feliz dentro de una cancha, será un sentimiento único que llevaré para siempre conmigo. Vendrán nuevos retos ligados al fútbol, sin dudas, y los afrontaré con la misma pasión. Gracias al fútbol y a mis viejos por esa pelota tango, fue y será siempre mi mejor regalo», finaliza la emotiva carta del exjugador del Cervecero.
