La industria textil atraviesa un momento crítico en Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, en medio de un escenario económico incierto que genera preocupación entre empresarios y trabajadores del sector. En lo que va del año, se confirmó el cierre de dos fábricas en la región, lo que dejó un saldo de 60 despidos.
El sector enfrenta múltiples desafíos, entre ellos, la caída del consumo interno, los altos costos productivos y las recientes modificaciones en las políticas de importación. La derogación de los valores criterio de la Aduana, una medida que regulaba el ingreso de mercaderías para evitar el dumping, despertó inquietud entre los industriales textiles, quienes temen una mayor apertura que complique aún más la situación de las fábricas locales.
Además, el mercado interno muestra signos de estancamiento. Los industriales señalan que la falta de competitividad por el encarecimiento de los costos laborales y la presión cambiaria son factores que agravan la crisis. La apertura de exportaciones, prevista en las próximas semanas, podría intensificar los desafíos para el sector, sumando competencia externa a un mercado ya golpeado.
En este contexto, tanto empresarios como sindicatos advierten que, sin medidas concretas para proteger a la industria local, la situación podría agravarse, con más cierres de fábricas y pérdida de puestos de trabajo en el futuro cercano.
