La Diócesis de Quilmes celebró la Misa de la Esperanza

La ceremonia religiosa se realizó en el Cruce Varela

El obispo Carlos Tissera dijo que "el testimonio de Jesús despierte a la sociedad dormida, a la sociedad ausente, a la sociedad mezquina"

La Diócesis de Quilmes celebró la XXIX Misa de la Esperanza y la VIII Jornada Mundial de los Pobres en el Cruce Varela. El obispo Carlos Tissera presidió la celebración eucarística acompañado del obispo auxiliar Eduardo Redondo, del obispo de Avellaneda-Lanús, Marcelo (Maxi) Margni, del obispo emérito de Río Gallegos y colaborador en la Diócesis de Quilmes, Juan Carlos Romanín sdb, y de sacerdotes y diáconos. Además, estuvieron el intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, y ex embajador argentino en la Santa Sede, Carlos Cúster.

Ante una numerosa cantidad de gente, Tissera tomó las palabras que el primer obispo de Quilmes, el Siervo de Dios Jorge Novak, pronunció 25 años atrás en la Misa de la Esperanza de 1999: «más vale que nos sometamos a la Palabra de Jesús en este tiempo de misericordia, para no caer bajo el rigor del Juicio final. No me dieron de comer, no me alojaron, no me visitaron… ¡Qué este testimonio de Jesús despierte a la sociedad dormida, a la sociedad ausente, a la sociedad mezquina!” y enfatizó que “hagamos nuestras sus palabras. En tiempos que se nos quiere hacer creer que “la justicia social es una aberración”.

También manifestó que “nos da mucha esperanza la presencia de tantas personas que, en tiempos tan difíciles, durante y después de la pandemia, trabajan con paciencia y entusiasmo sosteniendo esos lugares de alivio y contención: comedores, merenderos, hogares, casas comunitarias. No solamente sirven generosamente, sino que muchas de ellas han padeciendo las críticas de los que injustamente los tratan como corruptos, oportunistas, y hasta indicarlos como los causantes de los males que aquejan a la sociedad, como es el empobrecimiento y la indigencia creciente de los últimos años”.

Tissera resaltó “la presencia de los jóvenes nos llena de alegría y de esperanza… Escuchemos sus críticas, atendamos sus dolores y sufrimientos. Caminemos juntos con ellos; cedámosle el espacio que merecen ocupar, para que sean protagonistas y no sólo espectadores de un mundo que los descarta, porque no producen”.

En la misa se recordó con cariño a Patricia Fernández y a los sacerdotes Adrián Gómez y Miguel Hrymacz fallecidos durante este año. Y se conoció la noticia del fallecimiento de la Hermana Justa Tello, del Instituto Sagrada Familia de Nazareth, por quien el obispo quilmeño invitó a rezar “por su enterno Descanso” y para que “el Señor la reciba en el Cielo junto a los santos y la Virgen”.

Durante la tarde calurosa, los diferentes departamentos, movimientos y grupos de la Diócesis de Quilmes compartieron la riqueza de sus carismas en la Expo-Feria del camino sinodal y la Pastoral Juvenil animó la ceremonia religiosa con un espacio musical.