Las luces encendidas representan entre el 25 y el 35% de la electricidad total consumida en casa y la iluminación eficiente contribuye a minimizar esta proporción, a reducir el consumo eléctrico y por lo tanto a ahorrar dinero.
Con estos objetivos en mente, el Entre Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) invita a repasar las siguientes buenas prácticas:
1) Mantener persianas levantadas y cortinas replegadas para aprovechar al máximo la luz solar.
2) Mantener apagadas las luces de los ambientes desocupados y/o con generosa luz natural.
3) Evitar el uso de estanterías, biombos, muebles que tapan la luz natural e incrementan el uso de luz artificial.
4) Antes de invertir en iluminación hay que:
A) Identificar los requisitos de luz de cada espacio de tu casa.
B) Analizar la cantidad de tiempo que están iluminados.
C) Evaluar la intensidad de luz que necesitan.
D) Establecer la ubicación correcta de cada punto lumínico.
5) Limpiar las lámparas con frecuencia, para que conserven su luminosidad original.
6) Cuando toque renovar la pintura de paredes y techos, elegir colores claros pues éstos amplifican la luz natural.
7) Reemplazar las lámparas tradicionales (halógenas) con prototipos LED.
En comparación con las lámparas halógenas, las LED consumen 8 veces menos electricidad y duran 7,5 veces más tiempo. Además proporcionan una luz más clara, ideal para optimizar la lectura recreativa y académica.
