Por: [LeMartin]
Fecha: [02/03/2025]
En un escenario marcado por la ausencia casi total de opositores y mandatarios provinciales, Javier Milei pronunció ayer su discurso ante el Congreso, destacándose por la falta de crítica y el respaldo tácito de sectores afines al oficialismo. Sin presencia de la prensa y con un público casi exclusivo de militantes libertarios, el Presidente destacó una serie de medidas económicas que, según él, están encarrilando a la Argentina hacia el éxito. A pesar de las promesas de progreso, las ausencias y las críticas implícitas no pasaron desapercibidas.
En su intervención, Milei hizo un llamamiento al Congreso para acompañar al Gobierno en la firma de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), asegurando que este pacto será clave para el futuro económico del país. Sin embargo, la ausencia de los legisladores de la oposición y la falta de debates significativos en el recinto dejaron en claro que el consenso no es tan amplio como el Presidente parece sugerir.
Uno de los puntos más destacables de su discurso fue la reafirmación de las políticas de desregulación económica, una constante en su agenda desde que asumió el poder. Milei aseguró que su gobierno continuará con el proceso de eliminación de regulaciones, algo que, según él, será vital para «recuperar la competitividad» y «promover el crecimiento». No obstante, la falta de detalles sobre cómo estas medidas impactarán en la vida diaria de los ciudadanos deja mucho por analizar.
A lo largo de su intervención, el Presidente subrayó que la Argentina está «terminando con la inflación», aunque fue cauteloso al advertir que podría «haber volatilidad». Esta declaración, en medio de un escenario económico que aún enfrenta altos niveles de precios y dificultades estructurales, generó cierto escepticismo. Si bien algunos sectores se muestran optimistas con los anuncios, otros advierten sobre las posibles consecuencias a corto plazo de las políticas de ajuste.
Respecto a los datos económicos, Milei se mostró convencido de que la economía argentina está en una senda de crecimiento. «La economía creció de punta a punta un 5% en términos interanuales, a diferencia de los agoreros de siempre que pronosticaban una caída vertical», dijo, destacando los avances en el crecimiento económico. Sin embargo, al mirar los números en detalle, el panorama no es tan claro. El crecimiento, si bien positivo, se ha dado en un contexto de alta inflación, deuda externa y una población que sigue enfrentando dificultades económicas.
En un giro controversial, el Presidente aseguró que “el ajuste fue expansivo” y que se centró en el “sector público” en lugar del “sector privado”, insinuando que la reducción del gasto público fue clave para mantener la estabilidad. Para muchos críticos, esta afirmación pasa por alto los efectos que estas políticas pueden tener en la calidad de vida de los sectores más vulnerables, que ya enfrentan desafíos cotidianos.
Este discurso, que se desarrolló en un Congreso vacío y en un ambiente marcado por los aplausos incondicionales de un sector libertario, refleja una administración que, si bien promueve un discurso de crecimiento, también enfrenta las tensiones de un país que aún no logra equilibrar las expectativas económicas con las realidades sociales. La falta de debate abierto y la ausencia de la oposición en el recinto siguen marcando un contraste entre la visión oficial del Gobierno y la de quienes cuestionan el rumbo adoptado.
Queda por ver si el Congreso, en su totalidad, acompañará las propuestas del Presidente, o si el vacío de críticas y la falta de contrapesos seguirán siendo una constante en la gestión de Milei.