Empleados de la AFIP llevan más de un año sin paritarias y acusan al Gobierno de Javier Milei de vaciar organismos públicos. Cerraron oficinas, hay incertidumbre laboral y salarios congelados.
La política de ajuste brutal del Gobierno nacional sigue golpeando al empleo público. Esta vez, los trabajadores de ARCA (Agencia de Recaudación de la AFIP) realizaron una nueva jornada de protesta con apagón informático y asamblea sin atención al público, en reclamo por la falta de paritarias desde hace un año y cuatro meses, mientras se profundiza el vaciamiento del Estado impulsado por Javier Milei.
“El Gobierno de Milei está destruyendo todos los organismos del Estado”, denunció sin vueltas Aldenio Ramírez, secretario general de la seccional Comodoro Rivadavia de la AEFIP, en declaraciones a FM La Petrolera 89.3. El dirigente remarcó que la situación se volvió insostenible y que, desde octubre del año pasado, los trabajadores sostienen un plan de lucha frente al desguace.
“Hace un año y cuatro meses que no tenemos paritarias. Eso significa salarios totalmente congelados mientras la inflación arrasa con el poder adquisitivo”, advirtió Ramírez. Pero el deterioro no se detiene ahí: cerraron dos oficinas clave, en Puerto Deseado y El Calafate, lo que agrava el panorama y deja comunidades sin servicios esenciales.
Ayer, los trabajadores realizaron una asamblea con apagón informático entre las 11 y las 13 horas, medida que se repetirá el próximo miércoles. La protesta refleja el nivel de hartazgo por las políticas del gobierno libertario, que en nombre de un falso “orden fiscal” avanza con despidos, cierres y la precarización de cientos de trabajadores del Estado.
“Los retiros voluntarios fueron en realidad despidos encubiertos”, denunció Ramírez, y agregó con preocupación: “Tenemos mucha incertidumbre laboral. Nos están desmantelando”.
Mientras Javier Milei continúa con su cruzada ideológica contra lo público, miles de trabajadores como los de ARCA reclaman condiciones dignas y el derecho básico a discutir sus salarios. Por ahora, el silencio del Gobierno es absoluto.