El presidente argentino Javier Milei protagonizó un curioso encuentro este 14 de octubre en la Casa Rosada, al recibir al exprimer ministro británico Boris Johnson. Aunque se esperaba que un encuentro de tal nivel pusiera sobre la mesa cuestiones de relevancia bilateral como la situación de las Islas Malvinas, lo cierto es que la reunión se centró en un pedido personal del mandatario argentino: que Johnson le gestione una reunión con Mick Jagger, el icónico líder de los Rolling Stones.
En lo que fue interpretado por muchos como un uso poco convencional de las relaciones exteriores, Milei no ocultó su obsesión con la música de los Rolling Stones, al punto de invitar a Johnson a saludar desde el balcón de la Casa de Gobierno como si fuera una visita de Estado. La prensa y colaboradores cercanos confirmaron que el tema de las Malvinas «ni siquiera fue mencionado» en la reunión, lo que generó críticas en diversos sectores que consideran que el Presidente está priorizando sus intereses personales por encima de las cuestiones de Estado.
Milei ya había manifestado su deseo de conocer a Jagger en conversaciones previas con otros líderes internacionales. Ni bien asumió la presidencia, el entonces Canciller británico David Cameron lo felicitó por su victoria, momento en el que Milei aprovechó para contarle sobre su admiración por el cantante. Sin embargo, el mandatario argentino podría enfrentarse a un obstáculo mayor: Jagger, conocido por sus posturas en defensa del medio ambiente, tiene posiciones ideológicas opuestas a las de Milei, particularmente en temas como el cambio climático, al que el músico considera una realidad urgente. Además, Jagger ha sido crítico tanto de Boris Johnson como del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, con quienes Milei mantiene afinidades políticas.
El exprimer ministro británico, de «escándalos» a la Casa Rosada
Johnson, que dejó el cargo de primer ministro en 2022 en medio de una serie de escándalos mediáticos, ingresó a la Casa Rosada alrededor de las 15 horas. Lo acompañó su esposa, y llegó con su inconfundible look despeinado y un ejemplar de su libro «Unleashed» (Desatado) bajo el brazo, obra que, según la prensa británica, recoge sus vivencias políticas con un tono que roza lo cómico. El exprimer ministro, que no ostenta actualmente ningún cargo relevante, fue recibido por Milei como si se tratara de una figura de gran importancia en el panorama internacional, a pesar de que Johnson dejó el poder rodeado de acusaciones de corrupción y cuestionado por las fiestas que organizó en Downing Street durante las cuarentenas por COVID-19.
El encuentro, que duró una hora y media, fue organizado a petición de Johnson a través de la embajada británica en Argentina. Según fuentes de la Casa Rosada, incluso los asesores más cercanos a Milei admitieron que la reunión no tenía mayor relevancia para la política exterior argentina, y que Johnson «es más casta imposible», un término despectivo utilizado por el presidente argentino para referirse a los políticos tradicionales.
Un encuentro fuera de foco
La falta de mención a temas cruciales como la soberanía de las Islas Malvinas, y el evidente interés personal del Presidente en conseguir una foto con su ídolo musical, ha levantado polémica detanto en los pasillos del gobierno como en los medios de comunicación. Mientras Johnson continúa su gira por Sudamérica, que incluirá una visita a Chile, donde participará en charlas organizadas por el diario El Mercurio, en Argentina queda la incómoda sensación de que las prioridades del presidente no coinciden con las de la nación.
A pesar de todo, los detalles del encuentro también revelaron otro punto de conversación entre Milei y Johnson: el recital que Paul McCartney, exmiembro de The Beatles, dio en la cancha de River Plate hace apenas unos días. Aunque la política bilateral quedó de lado, al parecer la música británica sigue siendo uno de los pocos temas que despiertan el interés del mandatario argentino.