El asesor estrella de Alpine, Flavio Briatore durante los ensayos de pretemporada en Bahreín, fue consultado sobre el futuro de Jack Doohan dentro del equipo y su respuesta pareció una señal sobre el futuro de Franco Colapinto en la Fórmula Uno.
La pregunta fue directa: “¿Cuándo se le acaba el tiempo a Doohan?”, sin decir una sola palabra, Briatore simplemente miró su reloj.
El gesto, que en otra circunstancia podría haber sido una salida elegante ante una pregunta incómoda, fue interpretado por la prensa especializada como una señal clara de que el australiano está contra las cuerdas y allí aparecería una nueva oportunidad para el argentino.
La especulación creció rápidamente, sobre todo porque en el ambiente ya se habla de que su continuidad en el equipo dependerá de sus primeras actuaciones en la temporada.
De no cumplir con las expectativas, Alpine podría buscarle un reemplazo, y el nombre que suena con más fuerza es el de Colapinto, piloto de reserva de la escudería.
Doohan viene de una pretemporada discreta, en la que su rendimiento quedó lejos del de Pierre Gasly, el otro piloto de la escudería. Con un contrato que, según trascendidos, solo le garantizaría las primeros cinco carreras del año, la presión sobre él es cada vez mayor.