Estudiantes jugó muy mal y se despidió de la Copa Argentina al perder en los penales, 4 a 2 ante Aldosivi. En el tiempo regular, empataron 1 a 1. El Pincha se puso en ventaja con el gol de Castro, el Tiburón lo empató por intermedio de Gianni y en la segunda parte fue expulsado Palacios. El presidente Verón estuvo en el estadio. Arzamendia y Castro erraron sus respectivos penales.
El primer tiempo fue frenético. Estudiantes entró dormido, se recuperó y, con buna circulación de pelota logró ponerse arriba en el primer cuarto de hora con el golazo que marcó Alexis Castro. La movilidad de los volantes para jugar con falso nueve fue clave para que el equipo tuviera 15 minutos de buen nivel, pero no le alcanzó para mantener una diferencia que era justa y lógica hasta ese momento.
Sin embargo, como le sucedió en otros partidos, el equipo se fue quedando y no tuvo la misma profundidad que en los primeros minutos y Aldosivi le empató después de una buena jugada colectiva que tuvo complicidad de Estudiantes, debido a la pasividad defensiva que mostró el equipo.
Para colmo de males, Domínguez debió modificar dos veces el equipo debido a las lesiones de Neves y Núñez, que condicionaron lo que quedaría de partido. El disconformismo del entrenador por lo que el equipo produjo en la primera parte fue por demás elocuente y su cara lo decía todo: lo que pidió tras el encuentro ante Carabobo sobre cómo afrontar el partido ante el Tiburón no se estaba cumpliendo.
En la segunda parte casi nada cambio. El ingreso de Tobio Burgos en lugar de Sosa no le dio soluciones a Estudiantes, que fue apático, con falto de movilidad y jugando un partido similar al que terminó 2 a 2 por el torneo local. Para colmo de males, Palacios se fue (mal) expulsado y el partido entró en zona de milagros. La cosa no pintaba nada bien y los hinchas perdieron la paciencia pidiendo más entrega y movilidad.
Los minutos desnudaron a un equipo que se fue deshilachando insólitamente. Apenas si dejó que los minutos transcurran para intentar llegar a los penales, dejando una imagen muy por debajo de sus posibilidades.