Quilmes perdió 1 a 0 con Nueva Chicago en Mataderos y quedó eliminado del torneo Reducido. Con este resultado, para el Cervecero se cerró un nuevo año sin poder volver a la máxima categoría. El único gol del partido lo convirtió Agustín Paz a los 2 minutos del segundo tiempo.
Fueron expulsados por Juan Pablo Loustau (de mal arbitraje) en Quilmes, Leandro Allende y Santiago Moya y en el local Evelio Cardozo, cometiendo el árbitro en este caso un grosero error.
El equipo conducido por Sergio Rondina nunca le encontró la vuelta al partido y terminó cayendo sin atenuantes ante un rival que fue superior en el encuentro disputado en Mataderos.
Lo ocurrido en el partido de vuelta fue muy diferente a lo que sucedió en el encuentro disputado en el Centenario, donde Quilmes había sido muy superior e incluso pudo romper el cero con un penal que Lautaro Parisi no pudo convertir.
Con la ventaja deportiva (en caso de una nueva igualdad pasaba Chicago), el local afrontó un partido en donde Quilmes no lo pudo poner en apremios. La primera parte fue muy pareja y el ritmo cansino del juego estuvo relacionado con la alta temperatura (35 grados a la hora del partido).
Solo una escalada de Damián Adín que terminó dando en el poste fue la más peligrosa para el arco de Facundo Ferrerro. Chicago tuvo la más clara en la última jugada de la etapa inicial que Agustín Paz no pudo convertir ingresando por el segundo palo.
El equipo de Rondina no se pareció en nada al de los últimos partidos y careció de juego durante toda la tarde. En el arranque del segundo tiempo sufrió el golpe. Facundo Castro recibió un lateral y pudo girar sobre la línea de fondo para meter un centro atrás para Tomás Rodríguez que sacó un fuerte remate que pudo tapar con esfuerzo Esteban Glellel pero el rebote le cayó a Paz que le rompió el arco al Cervecero.
El Cervecero reacciono y pudo haberlo empatado en un remate de Leandro Allende. Pero Quilmes entró en el nerviosismo y en cuatro minutos se quedó con 9 jugadores. Allende cometió un grosero error y Santiago Moya tuvo una reacción infantil que también se llevó puesto a Cardozo.
Un cabezazo de Adín pudo ser el empate pero no alcanzó y el sueño terminó en pesadilla.