Restauran el histórico kiosco «El Satélite», símbolo de cultural de Quilmes

El kiosco "El Satélite" fue inaugurado el 23 de noviembre de 1910 por don Francisco Roumieu, un influyente vecino del barrio La Colonia.

En la esquina de la avenida 12 de Octubre y Gran Canaria, un rincón de Quilmes que ha sido testigo de innumerables momentos de la historia local, ha comenzado la restauración de uno de sus emblemas más queridos: el kiosco «El Satélite». Situado a pocos metros de la icónica Cervecería Quilmes, esta estructura octogonal de madera, con un estilo que rememora la elegancia de los quioscos parisinos, ha sido durante más de un siglo un punto de referencia en la ciudad.

El kiosco «El Satélite» fue inaugurado el 23 de noviembre de 1910 por don Francisco Roumieu, un influyente vecino del barrio La Colonia. Desde entonces, su diseño único, inspirado en la arquitectura francesa, lo convirtió en un lugar emblemático no solo por su función como punto de venta, sino también como lugar de encuentro para los quilmeños. Durante décadas, «El Satélite» fue un testigo mudo de la vida cotidiana, de los cambios urbanos y de las historias personales de los vecinos que, generación tras generación, se congregaban alrededor de él.

Sin embargo, a pesar de su importancia histórica y cultural, el kiosco sufrió un progresivo deterioro debido a la falta de mantenimiento y el paso del tiempo. Aunque en varias ocasiones los historiadores y preservacionistas locales impulsaron su expropiación para declararlo patrimonio histórico, estos esfuerzos no lograron materializarse. Aun así, la comunidad nunca perdió de vista su valor simbólico.

La restauración del kiosco ha comenzado, despertando la expectativa y el interés de los vecinos, especialmente de aquellos que tienen un profundo arraigo con la historia de la ciudad. Aunque todavía no se han revelado los detalles sobre el objetivo final de la restauración, se espera que el proceso esté completo para finales de este año, momento en el cual el kiosco volverá a brillar como en sus mejores tiempos.

Preservacionistas locales han seguido de cerca el avance de las obras, conscientes de que «El Satélite» no es solo una estructura física, sino un símbolo de la identidad cultural de Quilmes. Este kiosco representa más que un simple puesto de venta: es un fragmento del pasado que ha resistido el olvido, un recordatorio tangible de la rica historia de la ciudad.

La restauración de «El Satélite» es más que un acto de conservación arquitectónica; es un esfuerzo por mantener viva la memoria colectiva de Quilmes. Para muchos vecinos, este kiosco es parte de su identidad, un lugar donde sus abuelos y padres solían reunirse, donde las conversaciones se mezclaban con el aroma del café y las risas resonaban en las noches de verano.

Devolverle su esplendor es una forma de honrar ese legado, de asegurarse de que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de conocer y apreciar un símbolo que ha sido testigo de la evolución de la ciudad. En un mundo donde lo nuevo a menudo reemplaza a lo viejo, la restauración de «El Satélite» es una celebración de la continuidad, de la importancia de preservar aquellos elementos que nos conectan con nuestras raíces.

Cuando el kiosco finalmente recupere su brillo, no solo será una estructura restaurada, sino un puente entre el pasado y el presente, un recordatorio de que la historia de una ciudad se construye no solo con grandes edificios o monumentos, sino también con esos pequeños rincones que, a lo largo de los años, se convierten en parte esencial de su alma.

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