Se vive la «nueva normalidad»

Se reactivó la actividad comercial en el Paseo Rivadavia, con el protocolo que dispuso el Municipio. Una gran cantidad de vecinos circuló por el centro de la ciudad y muchas veces no se llegó a respetar el aislamiento social y preventivo

La mayoría de los comercios habilitados para reabrir tras dos meses de cuarentena atendió al público durante la mañana de este miércoles en el Paseo Rivadavia, donde el movimiento de personas era casi normal.

Largas colas en los bancos y hasta en algunos comercios mostraron una gran circulación de vecinos (todos con tapabocas) por lo que el centro comercial de la ciudad parece haber vuelto a la «nueva normalidad».
El Municipio dispuso un diagrama para evitar la concentración de gente y los comercios realizaron un trámite para reabrir sus puertas.

Un protocolo improvisado: atender a los clientes con la persiana a medio levantar (foto Silvana Livigna)

Las tiendas de ropa, zapaterías, librerías y otros rubros utilizaron el mismo sistema: una mesa en la puerta para evitar el ingreso de clientes, uso obligatorio de barbijos y alcohol en gel a disposición de todos.

Los comercios debieron solicitar autorización en la plataforma web del Municipio de Quilmes, cargando la información requerida por el registro de datos. De esta forma se habilitó un código QR que facilita los controles municipales.

Gran cantidad de vecinos se mezcló con las colas de los bancos (foto Silvana Livigna)

Sin embargo, no todos los días pueden abrir los comercios, ya se que conformó una grilla que intenta evitar la reunión masiva de clientes.
Así, de 10 a 20, de lunes a lunes pueden abrir los negocios de carnes y pescados, comidas elaboradas, dietéticas, ferreterías, frutas y verduras, heladerías, mercados, ópticas, pastas, pizzas, sushi, lavaderos y bebidas.
Lunes, miércoles y sábados pueden trabajar los locales de alimentos para mascotas, artículos deportivos, calzado, indumentaria, jugueterías, lencerías, mercería, electrodomésticos, joyerías, relojerías, mueblerías, indumentaria para bebés y niños, iluminación y perfumería.

Martes, jueves y viernes, en tanto, quedó para los accesorios para celulares, artículos de librería, bazar y decoración, blanquería, librerías, marroquinerías, pinturerías, repuestos, cotillón y repostería y casas de música.

Requisitos

-Sólo participa en la operación de retiro en puerta de los locales, personal menor de 60 años que no haya tenido ninguna patología que lo convierta en parte del grupo de riesgo.

-Se definen las dotaciones de personal en los locales en un número mínimo.
En todos los casos y, en función de evitar la circulación de personal no esencial, se recomienda que los comercios sean atendidos por sus dueños.

-El personal no se traslada en transporte público, lo hace en sus propios rodados o en vehículos de la empresa.

-El personal interviniente en la operación de retiro en puerta está equiparado con protector transparente, barbijo y guantes de látex.

-La modalidad de «retiro en puerta» no involucra el ingreso del cliente al local comercial.

-Es obligatorio el uso de tapabocas para todas las personas que permanezcan en el local.

-Además, fuera del establecimiento se recomienda designar a un responsable de área para controlar y para restringir el ingreso de los clientes.

Según una encuesta, el 64% de los
argentinos teme por su seguridad laboral

El 64% de los argentinos teme por el impacto negativo de la pandemia de coronavirus sobre su seguridad laboral, de acuerdo con los resultados del último Workmonitor de la consultora Randstad, estudio que releva las expectativas, estados de ánimo y comportamiento de los trabajadores en diversos países.

El estudio revela que el 51 % de los trabajadores cree que perderá su trabajo si la evolución del negocio de su empleador se ve seriamente afectada por la crisis de COVID-19 y el 64 % de los trabajadores argentinos está preocupado por el impacto negativo que la pandemia pueda tener sobre su seguridad laboral.

«Con un horizonte complejo en términos de evolución de la economía, con una previsión de caída del PBI de entre 5 y 6 puntos para este año, es lógico que el humor social se vea afectado y muestre las preocupaciones por el impacto que la crisis tiene en el empleo en el mediano plazo», dijo Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay.

Tanto las organizaciones como los trabajadores tuvieron que adaptarse a una nueva realidad laboral con una velocidad impensada: el 82 % de los encuestados en Argentina asegura haberse adaptado a la nueva situación laboral generada por la pandemia, al tiempo que el 59 % de los trabajadores siente que la crisis por coronavirus tuvo un impacto negativo en su trabajo.

El estudio también avanza sobre la percepción que tienen los trabajadores respecto de la actitud de contención adoptada por las empresas en medio de la crisis.

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