Un momento desagradable vivieron los periodistas que siguen a Quilmes, cuando el presidente Mateo Magadan dispuso cortarles la transmisión y echarlos del lugar que había sido asignado por parte del club Alvarado.
La institución marplatense acreditó a los periodistas quilmeños y dos horas antes del comienzo del partido los acompañó hasta el lugar donde se instalaron las distintas transmisiones, brindándoles todas las atenciones correspondientes para que puedan llevar adelante su trabajo.
Pero veinte minutos antes del partido, los periodistas fueron echados del lugar por orden del presidente de Quilmes, ya que ese sector era exclusivo para la comitiva de dirigentes, allegados, sponsors, etc.
Mateo Magadán expresó que los periodistas se habían metido de «guapo» y que le ocasionaban un daño al club porque ese espacio debía ser de los sponsors, cuando los que instalaron a los periodistas en este lugar fueron los propios directivos de Alvarado, con la aprobación de la policía.
Sin embargo, los periodistas debieron sufrir la falta de respeto de Magadan y tuvieron que irse a la platea descubierto rodeados de público local, donde llevaron adelante su trabajo.