El mediocampista de Quilmes, Matías Villarreal, resaltó las virtudes que tuvo el equipo en el espectacular triunfo conseguido ante Gimnasia en Mendoza por 3 a 0 y destacó la personalidad y contundencia que tuvieron para llevarse tres puntos fundamentales que lo metieron de lleno en la lucha por el ascenso en la Zona A de la Primera Nacional.
«Fuimos contundentes y tuvimos la personalidad para jugar el partido con un montón de presiones que existen, había ganado Tigre y si nosotros no conseguíamos los tres puntos se nos podía escapar Almirante Brown y además, también jugaba San Martín de Tucumán. Somos un equipo con mucha personalidad que sabe lo que quiere y vamos a luchar hasta el final».
El mendocino -nacido en Godoy Cruz- que llegó en este mercado de pases como refuerzo para el plantel conducido por Facundo Sava, rescató el planteo que se hizo para jugar ante el Lobo y que se vio reflejado en el desarrollo del partido. «Hicimos las cosas que debíamos hacer para lastimar al rival y de la manera que lo hicimos, porque podríamos haber convertido uno o dos goles más en el primer tiempo y en el segundo también tuvimos posibilidades. Pero en el complemento nos replegamos un poco y la cancha no estaba muy buena para poder exponer el juego que nosotros pregonamos. Defendimos la ventaja con mucha personalidad».
El jugador aclaró que más allá del potencial con el que cuenta Quilmes, no suele ser fácil resolver estos partidos. «Si bien la ventaja podría haber sido mayor, en el fútbol de hoy en esta categoría, de visitante y contra un equipo que está metido en la pelea por el ascenso, hacerle tres goles en el primer tiempo no es nada fácil. Nos encontramos con la victoria y ellos con la desventaja, el empuje y con los cambios que hizo el buen entrenador que tienen (por Diego Pozo) nos metieron en el fondo, pero el partido estaba controlado y no lo sufrimos en ningún momento».
Atento
Matías Villarreal tuvo una muy buena labor: fue clave en la asistencia de gol para Julián Bonetto -el segundo del Cervecero- y además tuvo una intervención muy inteligente en el entretiempo cuando evitó la expulsión de Facundo Pons.
«Hay que saber convivir con las situaciones del partido y Facu (Pons) estaba haciendo un partido de más de diez puntos, fue una bestia, un animal que volvió loco a todos los defensores y tuvo entrega, sacrificio y luchó. Era muy importante que no nos echen jugadores, porque en esta categoría cuando eso sucede se hace todo cuesta arriba y más ganando 3 a 0. No merecía irse a las duchas por una tontera, traté de calmarlo para que siga haciendo el partido que estaba haciendo», concluyó.
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