El relevamiento de la CAME refleja una caída del 7,35% en mayo, sumando un acumulado negativo del 16,2% en 2024.
En medio de un panorama económico desafiante, las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas argentinas vuelven a mostrar signos de debilitamiento, según revela el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
El estudio, que abarca el período de mayo, indica que las ventas minoristas registraron una disminución del 7,35% en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando se ajustan los precios de manera constante. Esta cifra refleja una tendencia a la baja que persiste desde hace varios meses, evidenciando el impacto continuo de la recesión en el país.
El Índice de Ventas Minoristas Pymes, elaborado por la CAME, muestra una contracción similar a la observada en abril, manteniendo así una tendencia negativa que se ha traducido en una retracción acumulada del 16,2% en lo que va del año.
Aunque estos datos son preocupantes, el informe destaca que la caída en mayo representa una disminución menos pronunciada en comparación con los meses anteriores. Durante los primeros cinco meses del año, el sector experimentó una baja del 28,5% en enero, del 25,5% en febrero y del 12,6% en marzo, lo que sugiere una leve estabilización en el ritmo de contracción.
Sin embargo, esta aparente desaceleración no es suficiente para revertir la tendencia negativa que afecta a las ventas minoristas de las pymes argentinas. La persistente caída del consumo, impulsada por la recesión económica y la incertidumbre financiera, sigue siendo uno de los principales desafíos para el sector empresarial del país.
Ante este escenario, se hace evidente la necesidad de implementar políticas que estimulen la actividad económica y promuevan el consumo interno, con el fin de brindar un mayor impulso al sector de las pequeñas y medianas empresas y contribuir a la reactivación económica en general.
