La petrolera estatal pasó de ganar 657 millones a perder 10 millones de dólares en un año. El gasto en publicidad y sueldos millonarios a directores, en el centro de la polémica.
La caja de YPF quedó en rojo durante el primer trimestre de 2025. La empresa de mayoría estatal reportó una pérdida neta de 10 millones de dólares, en un desplome que contrasta brutalmente con los 657 millones de ganancia que había logrado en el mismo período del año pasado.
El descontrol en el gasto publicitario, vinculado a la campaña electoral y manejado por el círculo íntimo de Santiago Caputo, aparece como una de las principales causas de esta caída, junto al crecimiento explosivo de los gastos operativos y administrativos, que subieron un 46% en solo tres meses.
“Están gastando todo en la campaña, publicidad a periodistas amigos”, señaló a LPO una fuente con acceso al manejo interno de la petrolera. Mientras el Gobierno insiste en el relato del ajuste y la motosierra, YPF parece ir en sentido contrario: los once directores de la compañía se repartieron sueldos por 11 millones de dólares en el primer trimestre.
caída del cash flow y gastos opacos
El flujo de caja (cash flow), que había superado los 1.500 millones de dólares en diciembre, cayó a 1.200 millones en apenas tres meses. El balance, que la empresa publica sólo en inglés y con alto grado de tecnicismo, incluye entre los gastos operativos tanto la compra de tecnología japonesa a Toyota para mejorar la perforación, como los fondos destinados a pauta, publicidad y sponsoreos.
Esos últimos rubros están bajo el control de Guillermo Garat, socio de Santiago Caputo, encargado de mover millones en publicidad oficial durante la campaña. Así, mientras el oficialismo achica el Estado, los fondos de la petrolera se desvían a operaciones de comunicación y propaganda, sin ningún tipo de austeridad.
El comportamiento opaco y poco accesible en la publicación de sus números alimenta las críticas. Aunque YPF cotiza en bolsa y debe rendir cuentas públicamente, el modo en que se exponen sus balances parece diseñado para evitar el escrutinio ciudadano, especialmente cuando los resultados financieros muestran semejante retroceso.