La Justicia realizó tres allanamientos en Florencio Varela y Berazategui con los que desmanteló una red de explotación sexual infantil y distribución de material pornográfico con vínculos internacionales.
La operación, coordinada por el Agente Fiscal Ernesto Daniel Ichazo de Unidad Fiscal de Investigación y Juicio N° 8 de Berazategui y el Investigador Judicial Ángel Gabriel López, contó con el apoyo de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, logrando la detención de varios implicados en delitos de explotación sexual infantil.
La investigación comenzó tras recibir una alerta del National Center for Missing & Exploited Children (NCMEC) de Estados Unidos, que señalaba la distribución de material de abuso sexual infantil a destinatarios tanto nacionales como internacionales. Los allanamientos permitieron identificar a los responsables de contactar y violentar sexualmente a menores de edad mediante el uso de redes sociales, así como a aquellos que compartían este tipo de contenido ilegal.
Entre los detenidos se encuentra un pedófilo que utilizaba plataformas digitales para captar víctimas menores de edad con fines sexuales. Además, se imputó a tres individuos por compartir material de violencia sexual infantil, uno de Ingeniero Allan (Florencio Varela) y dos de Berazategui (uno de Villa España). Estos hallazgos llevaron a la intervención de la División de Innovación en Investigaciones Tecnológicas, la División de Ciberdelito contra el Sistema Financiero y la Sección de Relevamiento en Investigaciones Complejas, que aportaron personal especializado para los operativos.
La investigación tomó un giro internacional al descubrirse vínculos con países como Colombia, Venezuela y México. El fiscal a cargo solicitó la cooperación de las divisiones especializadas para continuar con las imputaciones y profundizar en las pesquisas. Además, se contó con el apoyo del Grupo de Irrupción, que participó activamente en los allanamientos.
El fiscal Ichazo destacó la importancia de la colaboración internacional y el uso de tecnología avanzada para combatir estos delitos. «La explotación sexual infantil es un flagelo que trasciende fronteras, y solo mediante el trabajo conjunto podemos proteger a las víctimas y llevar a los responsables ante la justicia», afirmó.
Las autoridades continúan trabajando en la segunda etapa de la investigación, que podría revelar más conexiones internacionales y llevar a nuevas detenciones. Mientras tanto, este caso sirve como un recordatorio de la importancia de la cooperación interinstitucional y la lucha global contra la explotación infantil.