Fue la cuarta derrota al hilo

El Naranja pierde hasta cuando no lo merece: el equipo de Marcelo Barrera cayó por 1-0 ante Deportivo Laferrere como visitante. El árbitro Gastón Iglesias, de flojo trabajo, le anuló dos goles válidos al goleador de la ADB, Blas Tapparello

El Naranja no gana ni aún cuando lo merece, porque si bien ante Laferrere jugó un flojo partido, en el balance general no solo no mereció perder sino que, teniendo en cuenta las situaciones de riesgo creadas por uno y otro equipo, hasta mereció la victoria, porque el árbitro Gastón Iglesias, de pésima labor, le anuló dos goles totalmente válidos al goleador Naranja, Blas Tapparello
Con la necesidad de cortar la racha adversa de tres derrotas consecutivas y volver a la victoria para reencausar el rumbo, el Naranja salió a buscar el partido desde el vamos: a los 8, en una gran jugada individual, Puig se proyectó por izquierda y tras dejar tres hombres en el camino y llegar al fondo del campo sacó un violento remate cruzado que el 1local, Lisandro Mitre, desvió magistralmente al córner, cuando el balón se le metía sobre el ángulo superior izquierdo.
Bera era el que seguía teniendo el control de la pelota y del partido. Así, dos minutos más tarde, Cabral llegó al fondo por derecha y habilitó a Gómez que sacó un tremendo zapatazo de gol que otra vez hizo lucirse al 1 local.
En los últimos quince minutos de la primera etapa, Bera fue perdiendo protagonismo y Lafe se adelantó en la cancha y tras dos tiros libres de Benitez que se perdieron muy por sobre el travesaño naranja, a los 43m, Rivero sacó un gran centro para la entrada de Scarnato que aprovechó un quedo de la defensa visitante para, de cabeza, mandar la pelota al fondo del arco de Acosta, que nada pudo hacer. Bera sintió el impacto y de no ser porque Acosta le ganó en el mano a mano a Ríos se hubiera ido al descanso con una derrota más abultada y totalmente injusta.
Jugado a todo o nada, en el arranque del complemento, los de Barrera salieron en busca de la pronta igualdad. Un gol mal anulado a Tapparello por el árbitro Iglesias por una posición adelantada que solo él vio y la expulsión de Scarnatto le dieron la inyección que necesitaba para recuperar la confianza y su fútbol. Puig se puso el equipo al hombro, mientras que Lafe se retrasó en su campo, dejando correr los minutos, y jugando con el nerviosismo de los jugadores rivales.
Con el ingreso de Macarof y el hombre de más a su favor, el Naranja recuperó el control de la pelota y ganó mayor peso ofensivo. Bera lo buscaba por todos lados: con los desbordes de Rosetti por ambos frentes del ataque para la cabeza de Risso, y con los remates de media distancia de Gómez y de Puig que morían en el 1 local. Sobre la hora, el árbitro volvió a anularle insólitamente otro gol a Tapparello, esta vez por una infracción que no cometió porque los que chocaron en la jugada tras el centro de Macarof desde la derecha fueron el arquero y un defensor del local, y Berazategui otra vez se vio perjudicado y no pudo llegar al empate que mereció largamente.
Bera sumó su cuarta derrota consecutiva y el futuro de Barrera es cada vez más incierto porque el Naranja no puede seguir perdiendo si quiere seguir soñando ya no con el campeonato sino con la clasificación al Reducido por el segundo ascenso a la B Metropolitana. Es hora de meter mano dura. Llegó la hora de barajar y dar de nuevo.

Por Luis Rodríguez