“Palo era un animal político. Él decía que la política era el arte del diálogo”, reflexionó la artista plástica Verónica Palmieri, compañera de vida de Palo Pandolfo y madre de dos de sus hijos, Francesca y Vito. La escena ocurrió en la sala Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación (CCC), durante un emotivo homenaje al músico y poeta popular.
El tributo, organizado el pasado jueves, incluyó la entrega de un diploma de interés cultural otorgado por la Legislatura porteña, en reconocimiento al disco Retazos de historia obrera (2020). Este proyecto, producido por Pandolfo e ideado junto al historiador e investigador del Conicet Gustavo Contreras, representa una síntesis de su compromiso con la historia y la cultura argentina.
“Hacía mucho hincapié en los pueblos originarios, ahí se le jugaba una carta importante también”, destacó Palmieri, poniendo en relieve una de las facetas más profundas de Pandolfo: su preocupación por las comunidades marginadas y su papel en la construcción de una identidad cultural inclusiva y diversa.
El homenaje también contó con la participación de reconocidos artistas como Francisco Bochatón, Pablo Dacal, Leo García, Jimena López Chaplin y Alfonso Barbieri, quienes interpretaron en vivo algunos de los clásicos que consagraron a Pandolfo como una figura emblemática del rock nacional. Las melodías y letras resonaron con fuerza, recordando al público el legado de un músico que no solo fue líder de Don Cornelio y La Zona, sino también un cronista de su tiempo y un puente entre el arte y el compromiso social.
La velada fue un fiel reflejo del espíritu de Pandolfo: un artista que transformó su música en una herramienta para el diálogo y la reflexión, conectando generaciones y espacios culturales. Su figura, como destacó Palmieri, sigue viva en su obra, en su comunidad y en la memoria de quienes lo homenajearon con música y palabras.