Interpol emitió una orden de captura internacional contra el CEO de Generación Zoe

La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió el lunes un pedido de captura internacional contra Leonardo Cositorto, CEO de Generación Zoe, el conglomerado de empresas acusado de llevar a cabo un esquema Ponzi y haber estafado a miles de inversores en la Argentina y en otros países.

El pedido de captura sostiene que Cositorto está señalado por dirigir y promover, junto con otras siete personas, el «haber acordado asociarse para cometer ilícitos indeterminados, simulando ser una empresa de la fachada «ZOE» y «Al Coaches SAS» dedicada al dictado de cursos de Coaching, Mentoring, Trading, entre otros, con una solvencia extraordinaria a sabiendas que no contaban con los fondos suficientes para llevar adelante la operación financiera».

En su alerta, Interpol sostuvo que Cositorto y sus socios habrían inducido al error a los damnificados «haciéndoles creer falsamente que al realizar un depósito de dinero que se instrumentaba a través de simples recibos, los imputados se encontraban en condiciones de pagar por lo menos un interés de un 7,5% mensual en dólares».

«Sin embargo, los incoatados no contaban con los fondos para responder a lo prometido, dejando de asistir a la oficina, la cual fue cerrada definitivamente en febrero de 2022, sin dar respuesta alguna a los requerimientos de las víctimas perjudicadas, ocasionándoles un perjuicio en su patrimonio», afirmó la Organización.

El pasado 7 de enero la CNV inició un sumario administrativo a Generación Zoe S.A., Universidad del Trading S.A. y Leonardo Nelson Cositorto por la posible realización de oferta pública e intermediación irregular en el ámbito del mercado de capitales.

A eso se sumó la emisión de una alerta internacional en el portal de IOSCO, organización que agrupa a los reguladores del mercado de capitales del mundo, y a los reguladores de Colombia, España y Paraguay, donde también se detectaron actividades de la empresa que encabeza Cositorto.

Generación Zoe está acusada de llevar adelante una estafa piramidal conocida como esquema Ponzi en la que se convence a la gente de entregar ahorros y a que hagan ingresar a nuevos participantes a cambio de mayores beneficios.

Según promocionaba a los supuestos inversores, Zoe tenía activos como una criptomoneda llamada Zoe Cash que pasó de valer cerca de 30 centavos de dólar a principios de año a poco más de 1 centavo en la actualidad (-97%) y se ufanaba de garantizar un retorno del 7,5% al 10% mensual o de hasta el 120% anual en dólares, además de haber empezado a invertir en múltiples negocios como el fútbol, la gastronomía, «el metaverso» y los NFT.

Los testimonios de los ahorristas coincidían en que muchos de ellos habían confiado buena parte de sus ahorros en Zoe y se alertaron sobre el riesgo de perderlos con las noticias de los allanamientos.

El fiscal federal Eduardo Taiano había imputado por supuestas maniobras de estafa a Cositorto y solicitado una serie de medidas de prueba a partir de dos denuncias en las que se lo acusa de captación de ahorro público no autorizado y manipulación del mercado.

El requerimiento presentado ante el juez federal Ariel Lijo incluyó referencias a una denuncia derivada por el ministerio Público de la Ciudad de Buenos Aires y a otra que desató primero una investigación por parte de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).

El expediente se inició el 12 de noviembre del año pasado a raíz de la denuncia de un particular que solicitó que se investigue una presunta estafa y defraudación económica al fisco por parte de la organización “Generación Zoe”, dado que “bajo una fachada de un supuesto culto y una falsa universidad…ofrece[ría] titulados en criptomonedas y coaching”.

También se incorporó al expediente una investigación preliminar labrada por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos con el objeto de investigar los mismos hechos, a raíz de la denuncia efectuada por Javier Madariaga, en representación de la Asociación Civil Decodes (ONG Bitcoin Argentina).

Esa ONG desde hace tiempo que sigue «las acciones e intervenciones públicas de las distintas empresas del grupo Zoe y sus responsables”, según fuera oportunamente informado a través de un comunicado.

Por su parte, la Inspección General de Justicia (IGJ) dispuso investigar a varias sociedades vinculadas a Zoe Capital con el objetivo de verificar su real y efectiva actividad, así como el cumplimiento de su objeto social y contractual, la identificación de sus integrantes y miembros de sus órganos sociales.

Esta fiscalización se suma a la ya iniciada el 26 de enero por la Comisión Nacional de Valores (CNV), que informó que investiga a una serie de empresas por la posible realización de actos jurídicos con valores negociables sin la debida autorización del organismo, los que podrían involucrar operaciones fraudulentas basadas en esquemas Ponzi.

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