El costo de vida en la Ciudad de Buenos Aires sigue sin dar tregua. Según los datos publicados por el Instituto de Estadística y Censos porteño (DGEyC), en enero los precios aumentaron un 3,1 por ciento, lo que refleja la persistencia de la inflación en un contexto de ajuste económico.
Este incremento se conoce a menos de una semana de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difunda el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a nivel nacional, lo que genera preocupación dentro del Gobierno de Javier Milei, que aún no logra una baja significativa en la inflación a pesar de las medidas implementadas.
Los principales rubros que impulsaron la suba de precios en la Ciudad fueron alimentos y bebidas, transporte y vivienda, con aumentos que impactaron directamente en el bolsillo de los porteños. En particular, el alza en productos de la canasta básica alimentaria sigue siendo un problema crítico, ya que afecta de manera directa a los sectores de menores ingresos.
Desde el Gobierno nacional insisten en que la desaceleración inflacionaria será progresiva y que la suba de enero responde a la inercia de la economía luego de la devaluación de diciembre. Sin embargo, analistas advierten que los efectos del ajuste y la recesión pueden generar un freno en el consumo sin garantizar una reducción sostenida de los precios.
En este contexto, la expectativa está puesta en el dato que el INDEC revelará en los próximos días. Mientras tanto, la inflación porteña sigue marcando un ritmo que complica el panorama económico y social, dejando en evidencia que el alivio en los precios aún está lejos de llegar.