El economista Claudio Loser, exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), señaló que para equilibrar la economía argentina es necesaria una depreciación mensual del tipo de cambio que supere el 2 por ciento actual. Esta advertencia se presenta en un contexto donde el gobierno, encabezado por Javier Milei, ha asegurado repetidamente que no habrá una devaluación abrupta, una postura que, según Loser, podría no sostenerse a largo plazo.
«En mi experiencia, cuando un gobierno niega tajantemente la posibilidad de tocar el tipo de cambio, es probable que eventualmente lo haga», afirmó Loser en una reciente conferencia. El economista explicó que la actual tasa de depreciación del peso es insuficiente para enfrentar los desequilibrios macroeconómicos que afectan al país, y que una corrección más agresiva del tipo de cambio podría ser inevitable.
Loser subrayó que, si bien una devaluación es políticamente delicada y puede generar tensiones inflacionarias en el corto plazo, podría ser una medida necesaria para evitar un colapso mayor en la estabilidad económica. «No se trata solo de ajustar el tipo de cambio, sino de hacerlo de manera coordinada con otras políticas que protejan a los sectores más vulnerables y minimicen el impacto inflacionario», añadió.
La declaración de Loser llega en un momento crítico para la economía argentina, que enfrenta desafíos significativos, incluidos altos niveles de inflación, déficits fiscales y una presión constante sobre las reservas internacionales. Si bien el gobierno se ha mostrado firme en su negativa a realizar una devaluación drástica, la opinión de Loser refleja una preocupación creciente entre los economistas y analistas sobre la sostenibilidad de la actual política cambiaria.
En el entorno político, las palabras de Loser han generado debates sobre la estrategia económica del gobierno y la posibilidad de un cambio en la política cambiaria a corto o mediano plazo. Algunos sectores de la oposición han utilizado la advertencia del economista para criticar lo que consideran una falta de realismo en las proyecciones oficiales, mientras que desde el oficialismo se insiste en que no habrá cambios abruptos en la política económica.
La discusión sobre el tipo de cambio y la necesidad de ajustes adicionales seguirá siendo un tema central en la agenda económica, con implicaciones significativas para la estabilidad del país en los próximos meses.
